Productores de soya advierten que la sequía amenaza el futuro del cultivo en Sudamérica
El cambio climático es la principal preocupación de los agricultores, seguido por la resistencia de malezas e insectos a los agroquímicos.
La producción de soya en Sudamérica atraviesa un momento de definiciones. El cambio climático, en especial la sequía, se ha convertido en la principal preocupación de los agricultores de la región, superando incluso a los problemas derivados de malezas e insectos que han desarrollado resistencia a los agroquímicos.
Durante el VI Congreso Internacional de la Soya, realizado en Santa Cruz, especialistas coincidieron en que la sostenibilidad del cultivo dependerá de la capacidad de los productores para incorporar nuevas tecnologías. Entre ellas, destacaron la biotecnología aplicada a variedades más resistentes a la sequía y el uso de herramientas de agricultura de precisión que permitan optimizar recursos en escenarios cada vez más complejos.
El diagnóstico es claro: más del 30 % de los agricultores identifica la sequía como su principal preocupación. Las malezas resistentes al glifosato y la dificultad para controlar insectos ocupan el segundo lugar, generando un doble desafío que impacta directamente en los costos de producción y en la rentabilidad del cultivo.
El desafío de producir más con menos impacto
Los expertos resaltaron que la intensificación del uso de agroquímicos en los últimos años ha derivado en mayores dosis para lograr los mismos resultados, lo que no solo aumenta los costos sino que también plantea riesgos para la salud y el medioambiente. Por ello, se subrayó la necesidad de nuevas alternativas químicas menos dañinas y más eficaces, acompañadas por mejoras en fertilización y manejo del suelo.
La genética también ocupa un lugar central en el debate. Nuevas variedades de soya buscan responder al estrés hídrico con mayor eficiencia, lo que permitiría mantener los rendimientos en un contexto climático adverso. En paralelo, la adopción de la agricultura de precisión aparece como una herramienta clave para aplicar insumos en dosis exactas y en los momentos oportunos, reduciendo pérdidas y optimizando la productividad.
En el congreso se anunció que, durante la campaña 2025-2026, se iniciará la validación de variedades de soya resistentes a sequías en Bolivia. De resultar exitosas, podrían comenzar a producirse a escala comercial a partir de la campaña siguiente, lo que abriría una nueva etapa para el cultivo en la región.
Mirada regional y perspectivas
Sudamérica es una de las regiones más importantes en la producción mundial de soya, con países como Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia desempeñando un papel estratégico en el comercio internacional de granos y derivados. La creciente demanda global contrasta con las limitaciones que impone la variabilidad climática, obligando a los productores a buscar soluciones que combinen productividad y sostenibilidad.
El Congreso Internacional de la Soya reunió a más de 700 participantes, entre técnicos, investigadores y agricultores, quienes debatieron sobre el futuro del cultivo. Además de los avances en biotecnología, se presentaron experiencias de manejo integrado de plagas y estrategias para mejorar la eficiencia en el uso del agua.
El cambio climático redefine las reglas del juego para la soya. La sequía ya no es un fenómeno excepcional, sino un factor estructural que condiciona la planificación agrícola. Frente a este panorama, la región apuesta por la innovación tecnológica como la única vía para sostener la competitividad en un mercado global cada vez más exigente.