Guatemala

Cosechas que cruzan fronteras: trabajadores guatemaltecos quieren volver a Harlingen para una segunda temporada

Tras una primera experiencia laboral en Texas, un grupo de trabajadores agrícolas de Guatemala expresa su deseo de regresar en 2026. Para ellos, el trabajo temporario en EE.UU. no solo representa ingresos, sino una oportunidad para mejorar la vida de sus familias.

Migración temporal y agricultura: Harlingen deja huella positiva en trabajadores guatemaltecos

La frontera entre Estados Unidos y América Central no siempre se recorre con urgencia ni desarraigo. A veces, se cruza con contrato, planificación y esperanza. Es el caso de un grupo de trabajadores agrícolas guatemaltecos que, tras completar su primer ciclo de trabajo temporal en Harlingen, Texas, manifestaron su interés en volver para una segunda temporada en 2026.

Los jornaleros fueron parte de un programa de visas H-2A, que permite a ciudadanos extranjeros trabajar legalmente por temporada en el sector agrícola estadounidense. Su experiencia, según relataron, fue positiva tanto en lo económico como en lo humano: condiciones laborales adecuadas, hospedaje provisto por los empleadores y un entorno que les permitió enviar remesas y sostener a sus familias en Guatemala.

Más que trabajo: una oportunidad con impacto familiar

Para trabajadores como Diego y Miguel -nombres ficticios por resguardo-, la primera vez en Harlingen fue una mezcla de nervios, esfuerzo y gratitud. Viajaron desde zonas rurales del altiplano guatemalteco, con experiencia previa en agricultura, pero sin saber del todo qué esperar al llegar al sur de Texas.

"Al principio fue duro adaptarse al calor y al ritmo, pero sabíamos que estábamos aquí para trabajar y aprovechar la oportunidad", explicó uno de ellos. El equipo realizó tareas de siembra, riego y cosecha de cultivos locales, como maíz, sorgo y algunas hortalizas.

Según informaron medios locales, el rendimiento laboral del grupo fue bien valorado por los empleadores, que ya evalúan volver a solicitarlos para el próximo ciclo productivo. Por su parte, los trabajadores señalaron que quieren regresar "con la frente en alto y con más experiencia que antes".

El modelo de contratación H-2A ha sido una herramienta útil para empresas agrícolas que enfrentan escasez de mano de obra local, especialmente en zonas donde el trabajo de campo no resulta atractivo para residentes estadounidenses. Sin embargo, este sistema también ha sido objeto de críticas por casos aislados de abusos o condiciones precarias.

En el caso de Harlingen, al menos en esta experiencia, las condiciones cumplieron los estándares establecidos por el Departamento de Trabajo y las normas migratorias, incluyendo jornadas reguladas, vivienda digna y transporte diario hacia los campos.

La posibilidad de regresar a trabajar legalmente y con expectativas claras ha generado optimismo entre otros trabajadores en Guatemala, que ven en este esquema una alternativa al éxodo irregular. Las familias de los jornaleros también reportaron mejoras en ingresos y posibilidad de ahorrar para proyectos personales, como mejoras en viviendas o apoyo educativo para sus hijos.

Según datos oficiales, más de 370.000 visas H-2A fueron emitidas por EE.UU. en 2024, de las cuales una porción creciente corresponde a trabajadores centroamericanos, especialmente de Guatemala, Honduras y El Salvador.

Este tipo de migración circular -temporaria, legal y remunerada- es vista por varios gobiernos como una forma de contener la migración irregular y ofrecer oportunidades reales en el marco de la cooperación regional.

Desde Harlingen, los productores destacan que la continuidad de los mismos trabajadores temporada tras temporada reduce la curva de aprendizaje, mejora la eficiencia y fortalece los vínculos laborales.

Para los trabajadores, la motivación no es solo económica. "Aquí aprendimos a hacer mejor nuestro trabajo, a respetar normas, y a convivir en equipo. Queremos volver y seguir creciendo", compartieron al finalizar su jornada.

Agrolatam.com
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