Ucayali monitorea maíz amarillo para asegurar su inocuidad
Productores de San Lorenzo participan en un control sanitario que busca detectar residuos de plaguicidas y metales pesados en los cultivos.
En el caserío de San Lorenzo, distrito de Manantay, provincia de Coronel Portillo, la Dirección Regional de Agricultura de Ucayali (DRAU), en coordinación con el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), llevó adelante una jornada de evaluación de parcelas de maíz amarillo duro con el fin de garantizar la inocuidad del alimento y proteger la salud humana.
El trabajo se enmarca dentro de las acciones permanentes de vigilancia que ejecuta el sector agrario para verificar el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales sobre límites máximos de plaguicidas, metales pesados y micotoxinas en los cultivos de consumo masivo.
Monitoreo en campo y toma de muestras
Durante la jornada, especialistas de Senasa ofrecieron una charla técnica a los productores locales, explicando la importancia de aplicar buenas prácticas agrícolas, un manejo responsable de agroquímicos y la necesidad de contar con productos libres de contaminantes.
Posteriormente, se realizaron tomas de muestras de maíz en diversas parcelas, las cuales fueron enviadas a laboratorio para su análisis físico-químico y microbiológico.
El objetivo de estas evaluaciones es determinar la presencia y concentración de residuos que puedan afectar la calidad del grano, así como prevenir riesgos a la salud del consumidor y preservar la reputación de los productos agrícolas de Ucayali.
Ajustes en el manejo de plaguicidas
Con base en los resultados de laboratorio, los técnicos de la DRAU y Senasa brindarán recomendaciones específicas para optimizar el uso de plaguicidas, mejorar las rotaciones de cultivos y promover alternativas biológicas o de bajo impacto ambiental.
Estas medidas buscan no solo reducir residuos químicos, sino también fortalecer la competitividad del maíz ucayalino frente a los estándares internacionales de inocuidad exigidos por los mercados de exportación.
De acuerdo con la DRAU, las acciones forman parte del Programa de Monitoreo de Inocuidad Agroalimentaria, que se ejecuta de forma continua en distintos cultivos estratégicos de la región -como arroz, yuca, plátano y maíz-, priorizando aquellas zonas donde la producción abastece tanto a los mercados locales como a los circuitos comerciales de Lima y la Amazonía central.
Los técnicos subrayan que la inocuidad no solo depende de los análisis de laboratorio, sino del compromiso de los agricultores en adoptar buenas prácticas de manejo, almacenamiento y aplicación de insumos.
Para reforzar ese compromiso, se promueven capacitaciones sobre el uso responsable de agroquímicos, la implementación de registros de campo, y el cumplimiento de los periodos de carencia antes de la cosecha.
Asimismo, se impulsa el empleo de bioinsumos certificados, el uso de equipos de protección personal y la disposición adecuada de envases vacíos, con el fin de minimizar los riesgos ambientales y sanitarios.
Seguridad alimentaria como prioridad regional
Ucayali, una de las regiones con mayor producción de maíz amarillo duro del oriente peruano, busca consolidar una cadena agrícola sostenible y libre de contaminantes.
Las autoridades regionales consideran que este tipo de controles refuerza la confianza del consumidor y abre oportunidades para que los productores accedan a nuevos mercados.
"El objetivo es que cada hectárea de maíz cumpla con los parámetros de inocuidad exigidos por la normativa nacional e internacional", señalaron representantes de la DRAU. "Esto no solo garantiza alimentos seguros, sino que mejora la productividad y la rentabilidad de los pequeños agricultores".
Con este trabajo conjunto, Ucayali reafirma su compromiso con una agricultura limpia, sostenible y competitiva, apostando por el control sanitario como herramienta clave para el desarrollo del agro regional.