Uruguay apuesta a la innovación genética para conquistar los mercados citrícolas del mundo
Con una estrategia basada en mejoramiento genético y nuevas variedades de cítricos, Uruguay proyecta su liderazgo en la exportación, enfocándose en la productividad, calidad y adaptación al cambio climático.
Uruguay, tradicional productor y exportador de cítricos, está llevando adelante una ambiciosa transformación en su modelo productivo a través de la innovación genética, en busca de consolidar su posicionamiento internacional con nuevas variedades más resistentes, sabrosas y competitivas.
Esta estrategia surge como resultado de años de investigación aplicada y trabajo conjunto entre el sector público, privado y académico, que hoy se materializa en plantaciones renovadas, producción más eficiente y productos con mejores atributos comerciales.
Cítricos mejorados, mercados exigentes
Uno de los principales focos del programa es el mejoramiento de mandarinas y naranjas, buscando no solo una mayor resistencia a plagas y enfermedades, sino también una vida poscosecha más larga, aspecto fundamental para llegar a mercados lejanos como Europa y Asia en óptimas condiciones.
Las nuevas variedades permiten una cosecha más escalonada y con mayores rendimientos, lo que mejora la eficiencia productiva y logística. Además, se están desarrollando cítricos con mejores perfiles de sabor y color, características que los consumidores valoran cada vez más en mercados premium.
Cambio climático y sostenibilidad: dos ejes claves
En el contexto de la agricultura global, Uruguay reconoce que la resiliencia al cambio climático es clave para la sostenibilidad del sector citrícola. Por eso, las variedades impulsadas incluyen mejor tolerancia a condiciones climáticas extremas, como sequías o lluvias intensas, cada vez más frecuentes en la región.
Estas innovaciones también favorecen una menor necesidad de insumos químicos, lo que reduce la huella ambiental de la producción y mejora la trazabilidad, una exigencia creciente en los mercados de destino.
Proyección internacional y generación de valor
Con estas herramientas, Uruguay busca reposicionarse en el mapa citrícola global, generando valor agregado en origen y apostando a mercados que valoran la tecnología, la inocuidad y la diferenciación del producto.
Los esfuerzos de investigación e innovación están alineados con las metas de diversificación de exportaciones, mayor competitividad y sostenibilidad a largo plazo. El sector se muestra confiado en que este nuevo perfil productivo permitirá abrir puertas en mercados de alto valor, incluso más allá de los tradicionales.