Girasol: híbridos adaptados logran rendimientos hasta 30 % superiores y consolidan el crecimiento del cultivo en San Luis
Ensayos del INTA San Luis y la FICA-UNSL mostraron que los híbridos locales de girasol alcanzan rindes muy por encima del promedio histórico y mejoran la competitividad del cultivo en la región.
El girasol vuelve a ganar protagonismo en el mapa agrícola argentino, especialmente en la provincia de San Luis, donde en las últimas cinco campañas la superficie sembrada creció de manera sostenida hasta alcanzar las 100 mil hectáreas en 2023-2024, un incremento de más del 30 % respecto del promedio histórico. Este crecimiento está impulsado por la incorporación de híbridos adaptados a las condiciones locales, capaces de ofrecer rendimientos entre un 20 y 30 % superiores al promedio histórico regional.
El avance se enmarca en un estudio conjunto entre especialistas del INTA San Luis y la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA-UNSL), que evaluó el comportamiento de distintos materiales genéticos en Villa Mercedes. Los resultados mostraron un salto productivo significativo respecto a los 2.000 kilos por hectárea que promedia la región.
"Los avances genéticos mejoraron el comportamiento frente a factores ambientales adversos, la calidad del grano y el contenido de aceite, lo que potenció este incremento en la superficie sembrada", explicó Belén Bravo, investigadora del Grupo de Producción Agrícola de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA San Luis.
Según los datos del ensayo, el rendimiento ajustado por porcentaje de aceite varió entre 2.119 y 4.927 kilos por hectárea, lo que representa una brecha productiva del 133 % entre el híbrido de menor y mayor desempeño. El Paraiso 1500 CL Plus (Nuseed) fue el de mejor resultado, con 4.927 kg/ha, mientras que el AG Belfis CL P (Agseed) alcanzó 2.119 kg/ha.
"Esto demuestra la importancia de una correcta elección del material genético y la necesidad de generar información confiable que acompañe a los productores en la toma de decisiones", remarcó Bravo, quien destacó que la genética adaptada es clave para consolidar la expansión del girasol en San Luis y mejorar su competitividad dentro de las rotaciones agrícolas.
En cuanto a la calidad, más del 80 % de los híbridos superaron el 50 % de contenido de aceite, con un máximo de 56,9 % registrado por el NS 1227 CL (Nidera) y un mínimo de 41,7 % en el AG Belfis CL P, lo que implica una diferencia del 14 % entre ambos extremos. "Todos los materiales evaluados alcanzaron valores bonificables superiores al 42 %, lo que refuerza el atractivo comercial del cultivo", concluyó la investigadora.
Con estos resultados, el girasol se consolida como una alternativa rentable y estratégica para la diversificación productiva del centro del país. El desafío, señalan desde el INTA, es seguir generando información local y transferencia tecnológica que permita sostener el crecimiento del cultivo en un contexto de mayor demanda global de aceites vegetales.

