Las lluvias que en las últimas semanas beneficiaron parte del área agrícola ahora juegan en contra de los productores de trigo. Según el relevamiento semanal de la Bolsa de Cereales, la siembra cubre un 92,8 % de las 6,7 millones de hectáreas proyectadas, pero el ritmo de avance cayó a solo 1,8 puntos porcentuales en los últimos días.

El problema es claro: en zonas como el centro y sudeste de Buenos Aires, los excesos hídricos paralizaron las sembradoras y algunos lotes ya muestran pérdidas por encharcamiento. Incluso se evalúan resiembras.

Mientras tanto, en el norte y centro del país, donde las labores están prácticamente terminadas, los cultivos muestran buen desempeño: un 96,9 % se encuentra entre estado Normal y Excelente, lo que genera expectativas positivas para las próximas etapas de macollaje y encañazón.

El contraste entre zonas marca un desafío para el cierre de la siembra fina. La demora respecto al ciclo previo es de 2,2 puntos porcentuales.