Chile

Una cereza revolucionaria: la científica chilena que desafía el futuro del agro

Una joven investigadora chilena está desarrollando una cereza con nuevas propiedades genéticas, más resistente y sabrosa. ¿Podría este fruto cambiar la fruticultura tal como la conocemos? Su trabajo, financiado por el Estado, podría posicionar a Chile como líder global en innovación genética del cerezo.

Una joven científica chilena está marcando un antes y un después en la industria frutícola: busca desarrollar una nueva variedad de cereza mediante mejoramiento genético, con el respaldo de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

Camila Calderón, investigadora de la Universidad Católica del Maule, lidera el proyecto "Desarrollo de herramientas genómicas para el mejoramiento del cerezo" a través del instrumento de Subvención a la Instalación en la Academia. Su objetivo: crear una cereza con mayor resistencia al clima y enfermedades, mejor sabor y mejores condiciones de almacenamiento.

"Queremos una cereza adaptada al cambio climático y a las necesidades del mercado internacional", explicó Calderón en diálogo con PortalFrutícola.com.

El proyecto se basa en herramientas genómicas avanzadas, combinando técnicas de análisis de ADN con modelos predictivos para seleccionar genotipos superiores. Este enfoque permitirá a los productores optimizar cultivos sin depender únicamente de métodos tradicionales, acortando los tiempos de desarrollo de nuevas variedades.

La importancia del cerezo para la economía chilena es clave. Chile es el mayor exportador de cerezas frescas del mundo, con más de 83 millones de cajas exportadas en la temporada 2023-2024. Sin embargo, el cambio climático, las exigencias sanitarias y los desafíos logísticos empujan al sector a buscar innovación para mantenerse competitivo.

Calderón también destaca el impacto a largo plazo:

"Estamos formando capacidades en la región del Maule para que este conocimiento permanezca y sea motor de innovación local", señaló.

El proyecto ha recibido atención no solo por su potencial comercial, sino también por su enfoque en ciencia aplicada al servicio del desarrollo regional y por visibilizar el rol de jóvenes mujeres en ciencia.

Este tipo de investigaciones, respaldadas por programas como los de la ANID, permiten a Chile apostar por un modelo agrícola más sofisticado, con fuerte base científica y con capacidad de anticiparse a los desafíos del mercado global.

Agrolatam.com
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