La primavera en la Argentina llegará con el protagonismo del mal tiempo. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que entre este viernes 19 y el domingo 21 se desarrollará un evento de tiempo significativo, con tormentas fuertes, granizo y lluvias intensas en buena parte del territorio nacional. La situación preocupa especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde las precipitaciones se sumarán a un escenario de inundaciones en varias hectáreas productivas, lo que incrementa la vulnerabilidad del sector agropecuario.

El fenómeno comenzó a instalarse en la segunda mitad de esta semana con la llegada de una perturbación en altura que favoreció la formación de chaparrones y tormentas aisladas en distintas provincias. En lugares como Chaco se registraron tormentas intensas durante la madrugada del jueves, y hacia media mañana la actividad se extendía en forma irregular sobre el Litoral central, mientras que incluso en el norte de Buenos Aires se reportaban precipitaciones pasajeras que afectaron por un breve lapso al AMBA. Todo esto es apenas el anticipo de un escenario que se intensificará durante el fin de semana.

El viernes 19 marcará el primer momento crítico. La interacción de un frente semiestacionario entre el norte de la Patagonia y el sur de la región Pampeana generará una fuerte activación de tormentas, con epicentro en la zona del norte de Río Negro, sudeste de La Pampa y sudoeste bonaerense, donde el SMN emitió un alerta naranja por fenómenos que pueden alcanzar carácter severo. Se esperan ráfagas intensas, abundante caída de agua en cortos períodos, granizo y actividad eléctrica destacada, con acumulados de 60 a 80 mm en pocas horas y con posibilidad de superar esos valores en forma puntual. Con el correr del día, el área de tormentas tenderá a desplazarse hacia Córdoba, el norte bonaerense y el sur del Litoral, aunque con menor intensidad. En paralelo, el norte argentino sufrirá temperaturas extremas, con registros que podrían trepar hasta los 40 °C, consolidando un contraste marcado entre regiones.

El panorama se volverá más complejo el sábado 20, cuando se prevé el pico de inestabilidad sobre las provincias centrales. Las lluvias y tormentas abarcarán amplias zonas de San Luis, La Pampa, sur de Córdoba y todo el territorio bonaerense, extendiéndose gradualmente hacia el este. En la provincia de Buenos Aires, donde la saturación de los suelos ya es un problema, se esperan acumulados que podrían superar los 50 mm en pocas horas, con el agravante de la posible caída de granizo aislado. Será un sábado netamente lluvioso en la región central, incluida la Capital Federal y el AMBA, con condiciones que generarán complicaciones en áreas urbanas y rurales. La inestabilidad también tendrá impacto en corredores productivos claves, donde el exceso hídrico amenaza con agravar las pérdidas ya ocasionadas por las lluvias de semanas anteriores.

La atención se trasladará hacia el domingo 21, cuando el avance de un frente frío empuje la actividad principal de tormentas hacia el Litoral y el noreste argentino. Las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Misiones quedarán bajo la influencia de un sistema de tormentas organizadas, con potencial para provocar fenómenos severos en la primera mitad de la jornada. Se esperan granizadas, ráfagas de viento violentas e intensa actividad eléctrica, en un ambiente extremadamente inestable. En paralelo, el centro del país experimentará un cambio abrupto de condiciones: tras el paso de la línea de tormentas, el domingo será un día nublado, ventoso y más frío, marcando un inicio de la primavera con un descenso notorio de temperaturas.

El SMN advirtió que este evento, por su extensión y características, podría tener un impacto considerable en la vida cotidiana y en la actividad agropecuaria, especialmente en regiones donde los suelos ya se encuentran saturados. El organismo recomienda a la población estar atenta a los avisos meteorológicos oficiales, evitar desplazamientos innecesarios en medio de las tormentas, resguardar objetos que puedan volarse con las ráfagas y asegurar el ganado y la infraestructura en las zonas rurales.

De esta forma, el inicio de la nueva estación se presenta con un escenario marcado por lluvias intensas, granizo, descargas eléctricas y calor extremo en el norte del país. Un recordatorio de que la primavera argentina puede traer consigo tanto riesgos para la producción y la vida urbana, como la necesidad de adaptar las tareas y prever medidas de mitigación ante fenómenos climáticos cada vez más recurrentes y extremos.