A medida que los aranceles y las crecientes tasas de interés elevan el costo de los nuevos equipos agrícolas a niveles históricos, los agricultores estadounidenses están cambiando sus hábitos de compra y prefieren la maquinaria usada disponible en subastas en todo el país.

"Este entorno, sumado a la caída de los precios de las materias primas , ha fortalecido considerablemente la propuesta de valor de los equipos usados", afirma Jackie Glassman, directora ejecutiva de BigIron Auctions. "Vemos que cada vez más agricultores acceden a plataformas en línea, evalúan máquinas en todo el país y compran estratégicamente".

En mayo de 2025, nueve de las diez máquinas más vendidas en las subastas BigIron y Sullivan fueron pulverizadoras , incluyendo varias unidades John Deere de 2024 que alcanzaron precios cercanos a los $415,000 cada una. Estos precios elevados reflejan una oferta limitada de equipos usados de alta calidad y una fuerte demanda, ya que los agricultores buscan alternativas a los modelos nuevos de fábrica con largos plazos de entrega.

Una dinámica de mercado cambiante.
Si bien los precios elevados son preocupantes, el mercado actual de equipos nuevos favorece ligeramente a los compradores. Los concesionarios acumulan inventario de modelos recientes tras años de interrupciones en la cadena de suministro. Eric Wareham, de la Asociación Norteamericana de Distribuidores de Equipos, afirma que los fabricantes están reduciendo la producción y ansiosos por vender unidades que ya no se venden .

Aun así, para los agricultores que buscan flexibilidad o reducir gastos generales en tiempos de incertidumbre, vender una máquina usada ahora puede ser una decisión inteligente . Según Jordan Clarke, de Ritchie Bros., los precios de los equipos usados se están estabilizando tras varios años de inflación, y parece improbable que se produzcan ganancias futuras.

"Si tiene activos para vender, ahora es el momento. No espero que los precios suban dentro de seis meses", dice Clarke.

Presión macroeconómica.
El sector agrícola estadounidense se enfrenta a dos dificultades financieras : los precios de los insumos y la maquinaria han subido, mientras que las proyecciones de ingresos agrícolas han bajado . El último Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró un aumento interanual del 2,3%, y muchos productores están posponiendo compras importantes.

"Estamos en un juego de espera", dice Wareham. "Los agricultores dudan. Necesitan certeza antes de tomar decisiones importantes".

Sin embargo, según los analistas del sector, es improbable que se produzcan reducciones de precios a largo plazo . «Históricamente, una vez que los precios de la maquinaria suben, rara vez bajan», añade Wareham. «Independientemente de los costes, los productores siguen necesitando cumplir con su trabajo».