Antioquia cuenta con la primera granja de gallinas ponedoras certificada en Bienestar Animal en Colombia
El predio obtuvo el sello del ICA tras cumplir estándares de integridad animal, condiciones de alojamiento y bioseguridad, en línea con la resolución 16409 de 2024.
En el municipio de Rionegro, Antioquia, se encuentra la primera granja de gallinas ponedoras del país en recibir la certificación oficial en Bienestar Animal por parte del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). El reconocimiento, entregado el pasado 15 de julio, es resultado de un proceso de seis meses en el que el predio demostró su compromiso con la integridad física y emocional de las aves, la calidad de sus instalaciones y el cumplimiento de todas las normas de bioseguridad vigentes, de acuerdo con la resolución ICA 16409 de 2024.
Este sello certifica que en la producción de huevos se aplican prácticas responsables que mejoran la vida de los animales, desde la alimentación que reciben hasta las condiciones del entorno en que habitan. Según el ICA, ya son 118 predios pecuarios en Colombia -entre bovinos, porcinos, équidos, aves de corral y ovinos- los que cuentan con la certificación, contribuyendo a producciones más éticas, sostenibles y alineadas con estándares internacionales.
Producción avícola y acceso alimentario
El sector avícola colombiano prevé cerrar 2025 con una producción superior a 19.000 millones de huevos, consolidando este alimento como el de mayor acceso en el país por su disponibilidad, precio y valor nutricional. El huevo se posiciona como una fuente esencial de proteínas y micronutrientes para todas las edades, lo que refuerza la importancia de producirlo bajo condiciones de bienestar animal.
Para el ICA, este avance no solo es un logro para el sector, sino también un paso hacia el cumplimiento de metas nacionales en seguridad alimentaria y desarrollo rural. La entidad ratificó su compromiso de visitar predios pecuarios en todo el país para impulsar la adopción de buenas prácticas y apoyar la Reforma Agraria, mejorando los sistemas productivos con criterios técnicos rigurosos.
La certificación en Bienestar Animal se perfila así como una herramienta para fortalecer la competitividad de las explotaciones pecuarias, garantizar alimentos de calidad y responder a una demanda creciente de consumidores que valoran el origen y las condiciones de producción de lo que llega a su mesa.