En julio, el precio del jitomate fresco en México registró una caída promedio del 28%, mientras que en Estados Unidos los consumidores pagaron hasta 40% más por el mismo producto, de acuerdo con datos de la Reserva Federal y el INEGI.

La principal razón detrás de esta baja es la mayor oferta interna tras la imposición de cuotas antidumping por parte de Estados Unidos a las exportaciones mexicanas, explicó el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

Juan Carlos Anaya, director del GCMA, detalló que los envíos semanales de jitomate hacia EU han disminuido un 10%, lo que ha derivado en una mayor disponibilidad del producto en el mercado nacional y, por ende, en precios más bajos.

"Ahorita el tomate saladette cayó más de 20% para el consumidor", puntualizó Anaya.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), en la primera semana de agosto el kilo de jitomate saladette en Ciudad de México se vendió al mayoreo entre 7.60 y 12.50 pesos, cuando en el mismo periodo de 2024 alcanzaba hasta 32 pesos. En el caso del tomate bola, el precio máximo fue de 22 pesos por kilo, inferior a los 39 pesos del año pasado.

Ante este escenario, las Secretarías de Economía y Agricultura establecieron nuevos precios mínimos de exportación del jitomate hacia EU para proteger la producción nacional y persuadir a las empresas estadounidenses de mantener sus compras, pese al arancel del 17% impuesto por Washington.

Según la variedad, el precio de exportación se fijará entre 0.88 y 1.70 dólares por kilo.

Para el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), la medida es clave para preservar 400 mil empleos vinculados a la cadena productiva del jitomate.

La propuesta del Gobierno de México busca mantener el flujo comercial con EU y estabilizar el mercado interno, garantizando que el jitomate siga siendo competitivo y rentable para los productores nacionales.