Bolivia

El charque de llama boliviano apunta al mercado de Estados Unidos

Bolivia impulsa gestiones sanitarias y comerciales para exportar charque de llama, buscando posicionar este producto tradicional en el exigente mercado estadounidense.

Bolivia proyecta un paso histórico en la internacionalización de su gastronomía, al avanzar en las gestiones para exportar charque de llama a Estados Unidos, un mercado con altos estándares sanitarios y gran poder de consumo. Las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) confirmaron que se están realizando coordinaciones técnicas para cumplir con los requisitos de inocuidad que demanda el país norteamericano.

El charque de llama, carne deshidratada proveniente de camélidos altiplánicos, es considerado no solo un producto ancestral de la dieta boliviana, sino también una alternativa con elevado aporte proteico, bajo contenido graso y un perfil nutricional de interés para consumidores que priorizan alimentos saludables. Por ello, su potencial de exportación ha sido destacado tanto por autoridades gubernamentales como por representantes del sector productivo.

Los camélidos sudamericanos son parte esencial de la identidad productiva y cultural de las comunidades andinas. En este contexto, el charque representa una vía para agregar valor a la crianza de llamas y abrir nuevas oportunidades de desarrollo económico en zonas tradicionalmente vulnerables. La industrialización de esta carne deshidratada ha permitido mejorar estándares de calidad, procesos de empaque y trazabilidad, aspectos fundamentales para alcanzar la competitividad en mercados internacionales.

Según voceros del Senasag, se trabaja en la elaboración de protocolos sanitarios conjuntos con agencias de Estados Unidos, a fin de garantizar la inocuidad y seguridad alimentaria del charque. Este proceso incluye certificaciones, auditorías y la capacitación de productores y plantas de procesamiento, que deberán cumplir estrictos controles de higiene y trazabilidad.

Los productores de carne de llama ven en este proyecto una gran oportunidad para elevar ingresos y ampliar la comercialización de su producción, ya que Estados Unidos es un mercado dispuesto a pagar valores premium por alimentos diferenciados y exóticos. Además, este tipo de carne podría insertarse en circuitos gourmet y de cocina de autor, donde se valoran sabores autóctonos y procesos artesanales con respaldo cultural.

Representantes del sector camélido resaltaron la importancia de que el Estado acompañe la gestión de apertura de mercados con políticas de fortalecimiento productivo y asistencia técnica, para garantizar la calidad de los lotes exportables y mantener la sostenibilidad ambiental de la actividad. Esto implica preservar el ecosistema altiplánico, evitando la sobreexplotación de los hatos de llama y promoviendo buenas prácticas de bienestar animal.

A mediano plazo, se espera que las primeras exportaciones piloto puedan concretarse antes de finalizar 2025, abriendo así la puerta a contratos de mayor envergadura en los años siguientes. Este paso no solo diversificaría la oferta exportable de Bolivia, sino que también reforzaría su imagen como productor de alimentos ancestrales con valor agregado.

El proyecto de exportar charque de llama a Estados Unidos representa mucho más que una simple operación comercial: implica revalorizar los saberes tradicionales, fortalecer las economías locales del altiplano y proyectar al mundo un producto con identidad propia. Con el respaldo sanitario adecuado y el compromiso de productores y autoridades, el charque de llama boliviano podría conquistar nuevos paladares y transformarse en un símbolo de orgullo nacional con proyección internacional.

Agrolatam.com
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