Brasil proyecta cosecha récord de soja y consolida su liderazgo global en 2026
Las exportaciones superarían los 112 millones de toneladas, impulsadas por la menor oferta estadounidense y la fuerte demanda de China.
Brasil se prepara para una nueva cosecha récord de soja, confirmando su posición como el mayor productor y exportador mundial del grano. De acuerdo con el último informe de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), la producción para la campaña 2025/26 alcanzaría 177,64 millones de toneladas, un incremento de casi seis millones respecto al ciclo anterior.
El organismo atribuyó este crecimiento a un aumento del 3,6 % en el área sembrada, que pasará a 49 millones de hectáreas, así como a buenas expectativas climáticas para el inicio de la siembra. A pesar de que las lluvias se han demorado en algunas regiones, los productores avanzan con optimismo: Paraná ya sembró el 31 % de su superficie y Mato Grosso, principal estado agrícola del país, alcanzó casi el 19 %.
Exportaciones históricas ante la menor oferta de EE. UU.
El informe de Conab destaca que las exportaciones brasileñas podrían superar los 112 millones de toneladas, impulsadas por la fuerte demanda de China y la reducción del comercio estadounidense, afectado por tensiones arancelarias y costos logísticos más altos.
En este escenario, Brasil se consolida como el gran proveedor de soja del mercado asiático, beneficiándose de la combinación entre una cosecha abundante y precios internacionales aún sostenidos por la incertidumbre comercial entre Washington y Pekín.
Analistas señalan que, si bien la rentabilidad podría verse presionada por la apreciación del real y los altos costos de insumos, la eficiencia logística y la expansión de la frontera agrícola seguirán siendo factores clave para mantener la competitividad brasileña.
El desempeño del agro brasileño tiene efectos directos en la balanza comercial de América del Sur. El aumento de la producción y las exportaciones de soja reconfigura los flujos globales de comercio de granos, desplazando a Estados Unidos como principal abastecedor de Asia y fortaleciendo la posición del Mercosur en los mercados internacionales.
La demanda de proteínas vegetales y aceites mantiene su crecimiento, especialmente en países asiáticos que buscan reducir su dependencia de Estados Unidos. En paralelo, Argentina, Paraguay y Uruguay se benefician indirectamente del dinamismo brasileño, dado que comparten infraestructura portuaria, rutas logísticas y cadenas industriales vinculadas a la molienda y al biodiésel.
En este contexto, el rol de Brasil como referente tecnológico y comercial se vuelve aún más relevante para la región. La adopción de variedades transgénicas de última generación, el uso de biotecnología aplicada a la siembra de precisión y las inversiones en puertos fluviales y ferroviarios refuerzan su capacidad exportadora y su liderazgo en el mercado global de oleaginosas.
Conab también proyecta una producción total de maíz de 138,6 millones de toneladas, prácticamente igual que la estimada en septiembre, con un aumento del 3,9 % en el área cultivada, que alcanzará 22,68 millones de hectáreas.
La mayor parte del volumen provendrá del segundo cultivo de maíz -o "safrinha"-, que se siembra inmediatamente después de la cosecha de soja. Este segmento representará 113,2 millones de toneladas, es decir, más del 80 % de la producción total del país.
El maíz safrinha es el principal producto de exportación en el segundo semestre, y su desempeño resulta crucial para equilibrar los precios internos y garantizar el abastecimiento del mercado regional.
El desafío climático y las lluvias de primavera
Pese a las perspectivas optimistas, la siembra avanza con precaución ante la demora en las lluvias. "En la mayoría de las regiones, el período de barbecho ya finalizó y los agricultores esperan el retorno de las precipitaciones, previsto para la segunda mitad de octubre", informó Conab.
Los productores confían en que el regreso de las lluvias normalice el calendario agrícola y permita alcanzar los rendimientos proyectados. En el caso de la soja, se espera un promedio de 3,6 toneladas por hectárea, ligeramente superior al del ciclo anterior.
La próxima cosecha consolidará a Brasil como líder absoluto en el mercado mundial de soja, con una combinación de superficie récord, rendimiento estable y una demanda externa sostenida. Para América Latina, el panorama refuerza el papel del Cono Sur como epicentro de la oferta global de granos y aceites, en un escenario donde la seguridad alimentaria y las tensiones geopolíticas reconfiguran los flujos comerciales.