Chile reabre sus puertas al pollo brasileño y Brasil acelera acuerdos con China y la UE
Tras superar la crisis por gripe aviar, Brasil recupera mercados clave y negocia acuerdos con la Unión Europea y China. El restablecimiento del comercio con Chile marca un punto de inflexión para el mayor exportador avícola del mundo.
Vuelve el comercio con Chile y se reactivan las negociaciones con grandes compradores globales
Brasil comienza a cerrar el capítulo más crítico de su reciente crisis sanitaria aviar. El ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, anunció esta semana que Chile reanudará las importaciones de carne de ave brasileña, luego de que el país sudamericano fuera declarado libre de gripe aviar en granjas comerciales.
La noticia marca un paso clave en la recuperación del comercio exterior brasileño de proteína animal, un sector que fue golpeado por la detección de un caso de gripe aviar en una granja del sur del país a comienzos de 2025. El brote provocó que decenas de países impusieran restricciones totales o parciales a las importaciones de carne aviar brasileña, afectando temporalmente a un negocio que representa más de US$ 10.000 millones anuales en exportaciones.
"Chile está listo para reanudar las compras, lo cual refleja la confianza internacional en la respuesta sanitaria de Brasil", dijo Fávaro a medios locales. La reapertura es especialmente significativa porque Chile es un mercado de alto valor y uno de los principales destinos de las exportaciones brasileñas dentro de América Latina, con una demanda sostenida de productos de valor agregado y cortes premium.
Superación sanitaria y estrategia diplomática: el modelo brasileño
El caso de gripe aviar, detectado a principios de año en una granja comercial del estado de Santa Catarina, obligó al país a activar de inmediato su protocolo de emergencia zoosanitaria. Las autoridades realizaron controles, aislaron el foco y lograron declarar la zona libre del virus tras 28 días sin nuevos brotes, cumpliendo con los estándares de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Brasil no había tenido hasta ahora casos en producción industrial, solo en aves silvestres, por lo que el episodio encendió las alarmas y puso a prueba la capacidad de respuesta del sistema sanitario agropecuario. La rápida contención fue clave para que países como Emiratos Árabes, Qatar y ahora Chile comenzaran a levantar o flexibilizar las restricciones.
Este proceso estuvo acompañado de intensa diplomacia comercial, con participación activa de Itamaraty y de los agregados agrícolas en los principales mercados. La estrategia se centró en garantizar transparencia, ofrecer trazabilidad sanitaria y reforzar los controles fronterizos y en plantas exportadoras.
Acuerdos en puerta: China y la Unión Europea en la mira
Además de la reapertura con Chile, el ministro Fávaro reveló que Brasil se encuentra en "negociaciones finales" con la Unión Europea y con China para ampliar o restablecer los envíos de carne aviar. Aunque no brindó detalles sobre los volúmenes o las condiciones técnicas, se espera que en las próximas semanas se formalicen nuevos protocolos de exportación o certificaciones sanitarias bilaterales.
China es actualmente el principal comprador de pollo brasileño, representando más del 14% del total exportado, y cualquier mejora en los flujos comerciales hacia ese destino tiene efectos inmediatos sobre la industria. La UE, por su parte, se caracteriza por una demanda más estricta pero con alto valor agregado, por lo que recuperar o ampliar ese mercado permite diversificar riesgos y elevar los ingresos por tonelada exportada.
La expectativa es que, una vez restablecidas estas relaciones, el volumen mensual de exportaciones vuelva a los niveles anteriores al brote, que rondaban las 400.000 toneladas, posicionando nuevamente a Brasil como el principal proveedor mundial de carne aviar.
Un país que produce, exporta y contiene crisis
Brasil representa más del 35% del comercio global de carne de ave, con presencia en más de 150 países. Su sistema productivo está altamente integrado, tecnificado y cuenta con una de las industrias frigoríficas más avanzadas del mundo. Esa fortaleza estructural, sumada a la experiencia en crisis sanitarias previas -como en el caso de la carne bovina-, ha sido fundamental para contener el impacto del brote y retomar el ritmo exportador en pocos meses.
Para 2025, se espera que la producción total supere los 15 millones de toneladas, con una participación exportadora del 30%. En un contexto de mayor demanda global de proteínas, pero también de competencia creciente desde países asiáticos y de regulación más estricta en destinos como Europa, la capacidad de Brasil de responder con velocidad, transparencia y eficiencia será clave para sostener su liderazgo.