Brasil

Brasil busca duplicar exportaciones de lichi en 2026

El país cerró 2024/25 con 153 toneladas y proyecta superar las 200 en la próxima campaña, aprovechando su ventana de cosecha en diciembre y enero.

El lichi brasileño se ha convertido en un actor cada vez más relevante en el comercio internacional de frutas exóticas. Su temporada de cosecha, que va de diciembre a enero, contrasta con la mayoría de países productores, donde se concentra entre mayo y julio. Esta diferencia permite a Brasil ingresar a los mercados en un momento de alta demanda, coincidiendo con celebraciones clave como la Navidad y el Año Nuevo chino, lo que otorga al producto una ventaja competitiva única.

El crecimiento en los últimos años ha sido notable. En la temporada 2017/18, las exportaciones apenas alcanzaban 2,8 toneladas. Siete años después, la campaña 2024/25 cerró con 153,1 toneladas, un salto que refleja el esfuerzo de productores del Suroeste de São Paulo, especialmente en la región de Alto Paranapanema, considerada el corazón del cultivo en el país.

Para la temporada 2025/26, que se inicia en diciembre, los productores esperan un nuevo incremento que podría llevar a Brasil a superar las 200 toneladas exportadas, lo que representaría un crecimiento cercano al 30% en un solo año.

El desafío, sin embargo, no se limita a la producción. Los exportadores destacan la importancia de seguir ampliando la infraestructura de empaque y consolidando certificaciones que garanticen la calidad del producto frente a mercados exigentes como Europa, Estados Unidos y Asia, que concentran la mayor demanda de esta fruta.

El lichi brasileño se caracteriza por su sabor dulce, pulpa jugosa y buena conservación poscosecha, factores que lo han posicionado favorablemente frente a competidores tradicionales de Asia y África. Además, la ampliación de áreas cultivadas y la incorporación de tecnología en riego, fertilización y control sanitario han permitido mejorar la productividad y la consistencia de la oferta.

Los analistas señalan que el país aún se encuentra en una etapa inicial en comparación con gigantes exportadores, pero remarcan que el crecimiento exponencial en menos de una década sienta las bases para un futuro prometedor. Si la tendencia se mantiene, Brasil podría consolidarse como un actor clave en la provisión de lichi en contraestación, justo en el momento en que otros proveedores reducen su oferta.

A nivel regional, este impulso se enmarca en la estrategia de diversificación de las exportaciones brasileñas de frutas, que buscan aprovechar nichos de alto valor en el mercado internacional. La apuesta por el lichi responde también al interés por ampliar la canasta exportadora más allá de los cultivos tradicionales como mango, papaya y uva.

La campaña que comienza en diciembre será decisiva. De confirmarse las proyecciones, Brasil no solo alcanzará un nuevo récord histórico, sino que dará un paso firme hacia la consolidación de un segmento emergente del agronegocio nacional, capaz de generar valor agregado y abrir nuevas oportunidades en el comercio global de frutas exóticas.

Agrolatam.com
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