Brasil

Brasil se consolida como principal proveedor de soja a China y desplaza a Estados Unidos

Las compras chinas de soja a EE.UU. cayeron 80%, mientras Brasil exportó más de 77 millones de toneladas. Pekín profundiza su política de diversificación agrícola y redefine el mapa global del comercio de granos.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos, reactivada durante la actual administración de Donald Trump, vuelve a alterar el equilibrio del mercado mundial de soja. Un informe de la American Farm Bureau Federation (AFBF), que agrupa a seis millones de productores estadounidenses, revela que las importaciones chinas de soja estadounidense se hundieron a su nivel más bajo, mientras Brasil y Argentina aprovecharon el vacío para expandir su presencia en el mercado asiático.

Entre enero y agosto de 2025, China importó apenas 5,8 millones de toneladas de soja de origen estadounidense, frente a 26,5 millones en el mismo período de 2024, lo que representa una caída cercana al 80%. Durante los meses de junio a agosto, las ventas fueron "prácticamente nulas", y no se registraron nuevos contratos para la cosecha del próximo año.

En contraste, Brasil exportó más de 77 millones de toneladas de soja hacia el gigante asiático en ese mismo período, consolidándose como su principal proveedor. Argentina también incrementó sus embarques tras suspender temporalmente el impuesto a las exportaciones, que fue reimplantado una vez superados los US$7.000 millones en ventas externas.

China redefine sus fuentes de suministro agrícola

La American Federation of Agricultural Offices señaló que esta tendencia no es coyuntural, sino consecuencia directa de la estrategia de diversificación de proveedores que China aplica desde 2018, cuando se inició la primera guerra arancelaria con EE.UU. Desde entonces, Pekín ha reducido su dependencia de los granos norteamericanos, incluso cuando la demanda interna de alimentos y forrajes alcanza niveles récord.

El impacto para el agro estadounidense es profundo. En 2025, China dejó de importar maíz, trigo y sorgo desde Estados Unidos, y las ventas de algodón y carne de cerdo permanecen estancadas. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el valor total de las exportaciones agrícolas a China caerá este año a US$17.000 millones, un 30% menos que en 2024 y más de 50% por debajo del nivel de 2022.

Las proyecciones para 2026 son todavía más sombrías: apenas US$9.000 millones, el registro más bajo desde 2018. Ante ese panorama, la administración Trump prepara un nuevo paquete de ayuda para productores rurales, similar al de 2019, cuando se destinaron US$22.000 millones durante la primera guerra comercial. "Usaremos los recursos arancelarios para apoyar a nuestros agricultores", declaró el mandatario en su red Truth Social.

Paralelamente, el Departamento del Tesoro analiza medidas de emergencia para contener el déficit agrícola, en un contexto de caída de precios internacionales y costos logísticos en alza, agravados por los bajos niveles del río Misisipi, una vía clave para el transporte de granos.

El USDA estima que la renta agrícola estadounidense caerá 2,5% en 2025, alcanzando su punto más bajo desde 2007. Para los analistas, el avance de Brasil en el mercado chino y la respuesta limitada de Washington marcan un cambio estructural en el liderazgo agrícola mundial, con América del Sur ganando terreno y Estados Unidos replegado ante su propio conflicto comercial.

Agrolatam.com
Esta nota habla de: