La caída global del cacao golpea a América Latina y pone fin a dos años de precios récord
El valor internacional del cacao se redujo más de 50% en ocho meses. La corrección del mercado afecta los ingresos de productores de Colombia, Ecuador y Brasil, tras un ciclo histórico de subas.
El precio del cacao cayó a su nivel más bajo en 20 meses y marcó el cierre de un ciclo excepcional de dos años de alzas que había llevado al grano a máximos históricos. La tonelada en la bolsa de Nueva York se cotiza esta semana en US$6.150, menos de la mitad del valor alcanzado en diciembre de 2024, cuando superó los US$12.000.
El desplome responde a una menor demanda global de chocolate por el aumento de los precios al consumidor y a la mejora esperada en las cosechas de África occidental, que aportan cerca del 60% de la producción mundial. Sin embargo, los efectos se extienden a América Latina, donde los países productores comienzan a sentir el impacto de un mercado que se había vuelto excepcionalmente rentable.
En Ecuador, segundo exportador mundial detrás de Costa de Marfil, los compradores internacionales ya ajustan contratos a la baja y los exportadores proyectan menores ingresos para el cierre de 2025. En Colombia, el precio interno pagado al productor también empezó a descender, tras alcanzar niveles récord entre marzo y mayo. Según la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao), los precios internacionales podrían estabilizarse por debajo de los US$7.000 hasta mediados de 2026.
Fin del rally y nuevos desafíos para la región productora
Analistas coinciden en que la corrección era inevitable tras la crisis de oferta de 2022, cuando la sequía y las enfermedades en Costa de Marfil y Ghana redujeron la producción y dispararon los precios. Ese contexto benefició a países latinoamericanos que aumentaron sus exportaciones y aprovecharon los precios elevados.
"La región logró posicionar cacao fino y de aroma en mercados premium, pero la actual baja de precios afectará los márgenes de los pequeños productores", señalaron fuentes del sector consultadas por medios ecuatorianos.
En Perú y Brasil, donde el cacao es parte de programas de reforestación productiva y sustitución de cultivos ilícitos, la caída genera preocupación. La Asociación Peruana de Productores de Cacao (Appcacao) advirtió que los costos de producción en zonas amazónicas "ya no se cubren con los precios actuales", mientras en Bahía (Brasil) las cooperativas analizan postergar inversiones en infraestructura industrial.
A nivel global, los analistas de Marex y Rabobank indican que el consumo de chocolate todavía no se recupera del fuerte aumento en los precios minoristas de 2023 y 2024. En Europa, una tableta de 100 gramos cuesta 35% más que el año pasado, y la demanda cayó especialmente en Asia, África y América Latina, donde el poder adquisitivo se vio más afectado.
La Unión Europea, principal mercado de destino del cacao latinoamericano, pospuso por segunda vez la entrada en vigor de la ley contra la deforestación, que exige a las empresas rastrear el origen de productos agrícolas. El aplazamiento, previsto ahora para 2026, reduce la presión regulatoria inmediata, pero mantiene la incertidumbre sobre el futuro de las exportaciones del bloque.
Aunque los precios cayeron con fuerza, el mercado no regresará a los niveles previos a 2023 (de entre US$2.000 y US$3.000 por tonelada). El sector sigue enfrentando problemas estructurales: árboles envejecidos, baja productividad, enfermedades virales y vulnerabilidad climática.
Un estudio presentado en el Foro Europeo del Cacao advirtió que hasta 35% de la producción de Costa de Marfil podría perderse hacia 2050 por el cambio climático y el virus del brote hinchado, planteando dudas sobre si otras regiones, como América Latina, podrán compensar esa pérdida.
Por ahora, la región busca mantener competitividad a través de calidad y sostenibilidad, en un mercado donde la volatilidad volvió a ser la norma. El fin del boom del cacao deja una lección clara: los precios récord fueron una excepción, no la nueva normalidad.