Colombia se posiciona en la tormenta: el arancel a Brasil sacude el mercado del café en EE.UU.
En medio de la ofensiva comercial de Trump, el café colombiano aprovecha su prudente distancia diplomática y gana terreno en el mercado premium de EE.UU. Brasil tiene 96 horas para evitar un golpe histórico al corazón de su agroindustria.
En la guerra arancelaria impulsada por Donald Trump, el café se volvió un frente inesperado. Y Colombia, sin mover ficha, podría estar ganando terreno. A tan solo 96 horas del plazo final para que Brasil evite el arancel del 50% a sus exportaciones cafeteras a Estados Unidos, el mercado ya anticipa consecuencias de alto impacto. La medida, de aplicarse, afectaría a más de 8 millones de sacos de café brasileño, especialmente en su variedad arábica, donde Brasil es el líder absoluto con más de 40 millones de sacos anuales.
Colombia, con una producción arábica mucho menor -de hasta 15 millones de sacos-, ha jugado una estrategia de repliegue y prudencia. El gobierno de Gustavo Petro mantuvo relaciones comerciales estables con EE.UU., lo que ha permitido que el café colombiano conserve su arancel base del 10%. Esto, en la práctica, le otorga una ventaja competitiva de hasta 40 puntos porcentuales frente a Brasil si la amenaza comercial se concreta.
Del caos controlado al café premium: Colombia redibuja su hoja de ruta
El contexto actual es volátil, pero Colombia ya empieza a perfilar una hoja de ruta adaptativa en Estados Unidos, donde más del 40% de su café es consumido. La Federación Nacional de Cafeteros informó que la producción de julio alcanzó los 1,37 millones de sacos, el nivel más alto para ese mes en una década. Casi la totalidad corresponde a café arábica de perfil suave, muy demandado en el segmento premium.
Albert Scalla, vicepresidente de la firma de agronegocios StoneX, describe el momento como "Trump control chaos": una estrategia caótica pero planificada, donde la Secretaría de Agricultura estadounidense dejó abierta la puerta a exenciones para productos agrícolas que no se pueden elaborar localmente. Según Scalla, "será imposible para EE.UU. reemplazar rápidamente el volumen de Brasil".
La incertidumbre domina. Los importadores están trasladando los embarques a zonas portuarias sin nacionalizar, a la espera de que se confirme el arancel, según explica Juan Pablo Campos, fundador de Lohas Beans, una empresa exportadora de cafés especiales desde Huila. Mientras tanto, el interés de grandes compradores estadounidenses como FairWave o Paris Brothers (proveedora de Costco) ya se ha volcado hacia los microlotes colombianos, con intenciones de ampliar su portafolio.
"Estamos hablando de contenedores consolidados. Es el momento ideal para afianzar ese segmento", detalla Campos. A su vez, destaca que la prima por calidad (el "diferencial") del café colombiano es de 20 centavos de dólar por libra frente al brasileño, lo que representa un 8% adicional sobre el precio base, aunque advierte que ese sobrecosto deberá ajustarse frente al nuevo contexto arancelario.
La Cámara Colombo Americana estima que Colombia mantendría una ventaja promedio de 11,7% frente a sus competidores clave en la caficultura global. A la brecha con Brasil se suma una diferencia del 10,1% respecto a Vietnam. México, sin embargo, representa un riesgo, ya que sus exportaciones están exentas de impuestos de aduana.
El documento de la cámara propone fortalecer el portafolio de cafés diferenciados, como tostados, solubles premium o en cápsulas, y potenciar certificaciones de origen y sostenibilidad, un diferencial clave para el consumidor estadounidense.
Pedro Echavarría, gerente de Pergamino Café, plantea que, si el arancel a Brasil se mantiene, Colombia podría desarrollar nuevos perfiles de café para ocupar ese espacio. No obstante, advierte: "Hoy reina la incertidumbre. Se están contratando más despachos inmediatos y menos a futuro. Nadie quiere quedar atrapado con inventario que termine pagando aranceles".
A la espera de que Lula logre un acuerdo de último minuto en Washington, Colombia se acomoda en un tablero global donde la diplomacia, la calidad y la capacidad de respuesta definirán quién gana más que una simple taza de café.
El mercado de especialidad está mirando hacia los Andes. Pero este impulso, como el grano bien tostado, requiere cuidado, estrategia y tiempo preciso para no quemarse en el intento.