Carne ovina uruguaya rompe récord: supera los US$ 8.200 por tonelada gracias al empuje del mercado israelí
El precio internacional de la carne ovina exportada desde Uruguay alcanzó un nuevo máximo histórico en junio, impulsado por la firme demanda de Israel, que paga por encima del promedio del resto de los destinos. El repunte coincide con una oferta limitada y un renovado interés por cortes premium en mercados exigentes.
El mercado ovino uruguayo celebra un hito histórico. En junio, el precio promedio de exportación de la carne ovina superó los US$ 8.200 por tonelada, marcando un récord absoluto en los registros del sector y confirmando la valorización sostenida de este rubro ganadero en el comercio internacional.
Israel fue el principal motor de este nuevo máximo, pagando por cortes ovinos valores muy superiores al promedio internacional. Los negocios con ese país alcanzaron los US$ 8.264 por tonelada, consolidando a Israel como un socio estratégico clave en el segmento de alto valor.
Según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), este precio representa no solo un incremento frente al mismo mes del año pasado, sino también una señal clara del reposicionamiento de la carne ovina en mercados exigentes, donde la calidad, el origen y los estándares sanitarios marcan diferencias.
Uruguay, con su estatus sanitario libre de fiebre aftosa sin vacunación, se ha posicionado como un proveedor confiable y competitivo. La trazabilidad individual, el control del proceso industrial y la reputación de bienestar animal fortalecen la preferencia de clientes internacionales, especialmente en países con restricciones religiosas o exigencias de faena específica, como el caso de Israel.
El comportamiento de precios se da en un contexto de menor oferta disponible. La faena de ovinos ha sido reducida en las últimas semanas, lo que también contribuye a una presión alcista en los valores de exportación. Esto afecta tanto a cortes con hueso como sin hueso, siendo los segundos los más demandados por los mercados premium.
El ingreso de divisas por este rubro también muestra cifras alentadoras. Solo en la primera mitad de junio, las exportaciones ovinas ya superaron los US$ 14 millones, según estimaciones de operadores consultados por Agrolatam. Las perspectivas para el segundo semestre son optimistas, especialmente si se mantiene la estabilidad en los envíos hacia Medio Oriente y se consolidan nuevos acuerdos con la Unión Europea.
Desde las gremiales del rubro ovino, como la Sociedad de Criadores de Corriedale y la Asociación Rural del Uruguay, se celebró este récord como un logro conjunto entre productores, industria y organismos estatales. "Este precio refleja el trabajo silencioso y sostenido que venimos haciendo desde hace años para mejorar genética, calidad de faena y acceso a mercados", afirmó un dirigente del litoral.
En paralelo, el Ministerio de Ganadería impulsa estrategias para aumentar la productividad y evitar la descapitalización de los rodeos ovinos, que vienen mostrando una caída sostenida en número de cabezas desde hace dos décadas. La meta es fortalecer el stock nacional, especialmente en zonas del norte y noreste del país, donde el ovino tiene fuerte presencia histórica.
A nivel interno, el precio de la carne ovina también registra aumentos. En carnicerías y supermercados, los cortes de cordero y capón han subido entre un 12 y un 18% interanual, aunque siguen siendo más accesibles que otras carnes rojas como la vacuna o la porcina.
El desafío ahora pasa por sostener este valor de exportación en el tiempo, incrementando la oferta sin perder calidad. Para ello, la industria reclama políticas de estímulo a la producción ovina, acceso a financiamiento y mejoras en infraestructura logística y frigorífica.
Israel, que concentra cerca del 35% del total exportado por Uruguay en carne ovina, sigue consolidando su rol como comprador estratégico. Las exigencias del mercado kosher, sumadas al poder adquisitivo de su población urbana, convierten a este destino en un termómetro clave para la evolución de precios en el corto plazo.
El récord de US$ 8.200 por tonelada deja una señal clara: la carne ovina uruguaya ha recuperado protagonismo en el escenario global. Y, con una demanda internacional firme y precios que recompensan la calidad, el sector vuelve a mirar hacia el futuro con entusiasmo.