Chile descarta vetos a la carne vacunada, pero advierte riesgos de competitividad
Mientras ratifica que no impondrá restricciones al ingreso de carne procedente de ganado vacunado, Chile alerta sobre posibles desventajas comerciales frente a mercados más exigentes.
Chile ratificó que no impondrá restricciones a la importación de carne bovina procedente de países que mantienen vacunación contra la fiebre aftosa, despejando dudas del sector ganadero sudamericano respecto al comercio con su mercado. Sin embargo, la autoridad sanitaria chilena advirtió que esta política podría traducirse en la pérdida de oportunidades para acceder a nichos más exigentes en materia de sanidad y estatus libre de vacunación.
De acuerdo con los lineamientos expuestos recientemente, Chile seguirá aceptando carne proveniente de animales vacunados, manteniendo los protocolos de inspección y certificación sanitaria vigentes. La medida es clave para proveedores regionales, como Paraguay y Brasil, que exportan grandes volúmenes bajo programas de vacunación obligatoria.
No obstante, la autoridad sanitaria chilena planteó que el escenario global tiende a valorar cada vez más el estatus de libre de vacunación, lo que podría favorecer a competidores que ya lograron erradicar la enfermedad sin necesidad de inmunizar su ganado. Esto, según explicaron, no implica un cierre del mercado, pero sí un riesgo de pérdida de oportunidades en mercados premium o con requisitos más estrictos.
Competitividad en juego
Representantes de la industria cárnica chilena consideran que, aunque mantener abierto el mercado es positivo, la presión para elevar los estándares sanitarios no puede ser ignorada. "Chile es un país importador relevante de carne bovina, pero también participa en exportaciones de productos cárnicos. Si no se avanza hacia un estatus libre de vacunación, podríamos perder ventajas competitivas", señalaron fuentes del sector.
Al mismo tiempo, subrayaron que la vacunación sigue siendo una herramienta indispensable para evitar brotes de fiebre aftosa en la región, especialmente en países donde la enfermedad persiste de forma endémica. En consecuencia, la decisión de Chile equilibra la seguridad sanitaria con la realidad productiva de sus principales socios comerciales.
Mirada al futuro
Analistas estiman que, en el mediano plazo, podría crecer la presión para que los países productores transiten hacia sistemas de libre de vacunación, como ya lo hicieron Argentina en algunas regiones, Uruguay y partes de Brasil. Esto permitiría acceder a nuevos destinos de alto valor y reducir costos de certificación.
Chile remarcó que su prioridad es garantizar la inocuidad de los alimentos y proteger a sus consumidores, por lo que mantendrá estrictos controles sanitarios sin bloquear las importaciones de carne vacunada.
El debate sobre vacunación, comercio internacional y oportunidades de mercado seguirá latente en el Mercosur, donde la fiebre aftosa es un tema estratégico tanto para la sanidad animal como para la competitividad de toda la cadena cárnica.