Chile

Industria láctea chilena crece 2,8% y consolida tendencia positiva en producción y exportaciones

La recepción nacional de leche alcanzó 2.404 millones de litros en 2024, impulsada por el dinamismo de la industria mayor y mejores condiciones climáticas. El consumo interno aún está por debajo de estándares internacionales, pero las exportaciones ganan terreno en América Latina.

La industria láctea chilena cerró 2024 con señales de recuperación y dinamismo. De acuerdo con el informe anual del Centro de Información Láctea (CIL), la recepción nacional de leche alcanzó los 2.404,2 millones de litros, lo que representa un crecimiento de 2,8 % frente al año anterior. El alza estuvo liderada por la industria mayor, que procesó 2.233 millones de litros (+3,4 %), mientras que la industria menor, orientada principalmente a la elaboración de quesos y mantequillas artesanales, registró una baja de 3,8 %, con 171,1 millones de litros recepcionados.

Este desempeño se explica por la combinación de factores climáticos favorables en el sur del país, mayor estabilidad del consumo interno, un incremento de las exportaciones y la reducción de importaciones. Estos elementos han fortalecido a la producción nacional, generando un panorama más sólido para los distintos eslabones de la cadena.

A nivel regional, Los Ríos y Los Lagos continúan siendo los polos más importantes de la lechería chilena. En 2024, Los Ríos creció 10 %, alcanzando los 805,8 millones de litros, mientras que Los Lagos recepcionó 929,7 millones, aunque con una baja del 1,5 %. La Araucanía sorprendió con un repunte del 18,1 %, superando los 183 millones de litros, lo que le permitió revertir una tendencia de años anteriores. En contraste, la Región Metropolitana cayó 5,3 %, con una recepción de 219 millones de litros, reflejando su creciente dependencia de la producción de otras zonas.

El informe también resalta que, pese a que cinco empresas concentran cerca del 80 % de la recepción nacional, existe espacio para el crecimiento de medianas y pequeñas industrias, especialmente en quesos, que representan alrededor de la mitad del consumo de leche en el país. Sin embargo, el número de productores continúa disminuyendo a un ritmo estimado de 3 % anual; quienes permanecen lo hacen con mayor escala y eficiencia, consolidando sistemas más resilientes.

En cuanto al consumo, la disponibilidad aparente per cápita se ubicó en 140 litros anuales, lo que implica una caída de 3,4 % frente a 2023 y deja a Chile aún lejos de la recomendación internacional de 200 litros por persona al año. Dentro del consumo, la leche líquida creció 4,1 %, los yogures 1,1 %, mientras que la leche en polvo mostró un comportamiento más inestable, influenciado por los precios internacionales. Estos datos reflejan cambios en las preferencias de los consumidores, con mayor inclinación hacia productos de valor agregado, funcionales y sin lactosa.

El reporte también confirma el buen momento de las exportaciones, que alcanzaron 380,3 millones de litros equivalentes en 2024, con un crecimiento sostenido en volumen y valor. México, Perú y países de Centroamérica se consolidaron como principales destinos, lo que refuerza la relevancia de la región para la lechería chilena. La tendencia indica que el país deberá apostar a productos con mayor diferenciación y trazabilidad para competir frente a gigantes como la Unión Europea, Estados Unidos y Oceanía.

El escenario global muestra oportunidades. Mientras algunos países de Oceanía enfrentan caídas productivas por el clima, la demanda en Asia y América Latina sigue creciendo. En este contexto, Chile puede capitalizar su reputación en calidad e inocuidad, potenciando categorías como quesos maduros, mantequilla y productos en polvo.

El desafío será sostener esta tendencia positiva en un entorno donde la sostenibilidad ambiental se convierte en requisito. Reducir emisiones, mejorar la gestión del agua y avanzar en economía circular aparecen como ejes centrales para asegurar la competitividad. A la par, el desarrollo de infraestructura logística y tecnologías de trazabilidad permitirá responder a consumidores cada vez más conscientes.

El sector lácteo chileno encara así un futuro desafiante, pero con claras oportunidades. La consolidación del mercado interno, el impulso exportador y la innovación en productos diferenciados serán determinantes para mantener el crecimiento. Chile busca proyectarse no solo como productor de volumen, sino como proveedor de lácteos de alto valor agregado, en línea con las exigencias del mercado global.

Agrolatam.com
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