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China se vuelca a Brasil y deja a los agricultores de EE.UU. en una encrucijada

La guerra comercial entre Washington y Pekín reconfigura los flujos de soja y genera tensiones políticas internas en Estados Unidos.

El viraje de China hacia los proveedores agrícolas de Brasil está provocando un terremoto en el corazón productivo de Estados Unidos. Después de décadas de comprar más de la mitad de la soja estadounidense, Pekín decidió priorizar los envíos brasileños en medio de un nuevo capítulo de tensiones comerciales con Washington. El resultado: silos llenos, precios deprimidos y agricultores norteamericanos al borde de una crisis financiera.

En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump anunció que utilizará parte de la recaudación por aranceles como fondo de alivio para compensar a los productores afectados. "Vamos a tomar algo de ese dinero de los aranceles y se lo vamos a dar a nuestros agricultores, que por un tiempo van a estar golpeados hasta que los aranceles comiencen a jugar a su favor", declaró el mandatario.

Sin embargo, la iniciativa aún no tiene versión definitiva. Trump adelantó que consultará con la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, antes de delinear el plan. La funcionaria, por su parte, destacó un compromiso de Taiwán por 10.000 millones de dólares en cuatro años para compensar parte de las pérdidas derivadas de la caída en ventas a China. "Es un cambio de juego para nuestros agricultores y ganaderos. ¡Los productores de Estados Unidos vuelven a la ofensiva y lideran al mundo!", celebró Rollins.

El Financial Times remarcó la magnitud del cambio: este año no se embarcó ni un solo cargamento de soja estadounidense hacia China, en contraste con décadas en que el país asiático absorbía más de la mitad de la producción. En su lugar, Pekín recurrió a volúmenes récord provenientes de Brasil, que consolida así su posición como proveedor estratégico del mayor comprador mundial de soja.

China se vuelca a Brasil y deja a los agricultores de EE.UU. en una encrucijada

Brasil gana terreno, EE.UU. pierde influencia

El nuevo mapa comercial deja a Brasil en el centro de la escena agrícola mundial. El país sudamericano no solo aumentó su participación en el mercado chino, sino que afianza su condición de potencia agroexportadora capaz de llenar el vacío dejado por Estados Unidos.

En contraste, los productores del cinturón agrícola estadounidense ven cómo se evaporan sus mercados. Las dificultades se extienden a otros cultivos que dependen del acceso a compradores externos, y la sensación de vulnerabilidad crece entre los agricultores que en su mayoría respaldaron electoralmente a Trump en 2024.

Para la administración republicana, el desafío es doble: contener el impacto económico en las zonas rurales y al mismo tiempo evitar un costo político de cara a las elecciones legislativas de 2026.

El realineamiento de las cadenas agroalimentarias refleja el avance de las políticas de "América Primero", que han supuesto mayor intervención gubernamental y menor flexibilidad en el mercado. Si bien el alivio a través de los aranceles puede dar oxígeno a corto plazo, los analistas advierten que la pérdida de confianza de China en la oferta estadounidense podría tener efectos duraderos, consolidando a Brasil como socio principal y reduciendo las perspectivas de recuperación para los agricultores de EE.UU.

La guerra comercial no solo está transformando los balances de poder entre las dos mayores economías del mundo, sino que también reconfigura los flujos agrícolas globales, con América Latina en una posición cada vez más relevante.

Agrolatam.com
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