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China proyecta récord en importaciones de cerezas y Chile afianza su liderazgo como proveedor

El mercado chino podría superar las 600.000 toneladas importadas en 2025/26. Chile abastece más del 90% de la demanda, aunque la abundancia de fruta presiona los precios internos.

El consumo de cerezas en China sigue en expansión y todo indica que la temporada 2025/26 marcará un nuevo récord. De acuerdo con el informe anual China: Stone Fruit Annual, elaborado por el Servicio Agrícola Exterior de Estados Unidos, las importaciones alcanzarían las 600.000 toneladas métricas, lo que representa un crecimiento del 9% respecto al ciclo anterior.

El incremento responde a una fuerte demanda interna de fruta fresca de alta calidad, al desarrollo de la logística de frío y al impulso del comercio electrónico, que ha permitido llegar con cerezas a ciudades de menor tamaño y a nuevos segmentos de consumidores. El fruto rojo, considerado símbolo de prosperidad y lujo en China, se ha convertido en un regalo habitual durante celebraciones como el Año Nuevo Lunar, lo que explica el fuerte dinamismo del mercado.

Chile, proveedor dominante

Chile se mantiene como el principal abastecedor de cerezas para China, con más del 90% de sus exportaciones destinadas a este país. La coincidencia de la temporada de cosecha chilena con las festividades chinas, junto al arancel cero contemplado en el acuerdo de libre comercio bilateral, consolidaron al país sudamericano como líder indiscutido.

En la campaña 2024/25, los envíos chilenos aumentaron un 44% interanual, y se espera que en 2025/26 la tendencia al alza continúe. Esta fuerte presencia, sin embargo, ha generado también presión sobre los precios en el mercado local chino, afectando a los productores nacionales.

En la temporada pasada, por ejemplo, un agricultor de Dalian reportó haber vendido cerezas de la variedad Meizao a unos 70 yuanes por kilo (cerca de 9,75 dólares), un 15% menos que en el ciclo anterior, reflejo del exceso de oferta.

Paralelamente, la producción de cerezas en China continúa creciendo. Para 2025/26 se proyecta una cosecha de 900.000 toneladas métricas, un 6% más que el ciclo previo, gracias a la expansión del área plantada -que pasará de 199.000 a 205.000 hectáreas- y a mejoras en manejo tecnológico.

Las provincias de Shandong y Liaoning se mantienen como líderes, mientras que Sichuan y Xinjiang avanzan con invernaderos para compensar condiciones menos favorables. La variedad Meizao domina bajo cubierta, mientras que Russian No. 8, Brooks, Kordia y Rainier ganan espacio en respuesta a la demanda de fruta premium.

En Sichuan incluso se han desarrollado nuevas variedades locales -como Shuzaomei, Shuzimei y Shuguimei- con características de precocidad, alta productividad y buena vida postcosecha. Sin embargo, la concentración de la oferta en ventanas muy cortas sigue generando volatilidad y dificultades de rentabilidad para productores nacionales.

El crecimiento de la oferta importada y local plantea un equilibrio complejo para el mercado. Por un lado, los consumidores se benefician con mayor disponibilidad y precios más competitivos; por otro, los productores nacionales enfrentan márgenes estrechos y competencia directa con la fruta chilena, que goza de ventaja logística y arancelaria.

Para 2025/26, los analistas coinciden en que el éxito de las exportaciones chilenas dependerá no solo del volumen, sino de la capacidad de diferenciarse en calidad y presentación, además de aprovechar el e-commerce como canal de distribución.

China, por su parte, deberá gestionar la expansión de su producción interna, diversificar variedades y apostar por mayor valor agregado para no quedar relegada en su propio mercado. La demanda, sin embargo, parece garantizada: con 1.400 millones de consumidores y una creciente clase media urbana, las cerezas seguirán ocupando un lugar privilegiado en la mesa china y en la estrategia exportadora chilena.

Agrolatam.com
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