Panamá

Chiquita reactivará exportaciones de banano en Panamá con inversión millonaria y 3.000 empleos

La transnacional volverá a exportar desde Bocas del Toro en diciembre, tras un acuerdo con el Gobierno. La reactivación implicará una inversión inicial de US$30 millones y la contratación de miles de trabajadores.

La multinacional Chiquita Brands confirmó que retomará en diciembre las exportaciones de banano desde Panamá, en un paso clave para la recuperación de la producción en la provincia de Bocas del Toro, donde la compañía había suspendido operaciones meses atrás debido a un conflicto sindical.

El anuncio fue realizado por el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) durante una visita a las plantaciones, encabezada por el ministro Julio Moltó junto al administrador de Chiquita Corporations, Wagner Beig. Según el comunicado oficial, la empresa invertirá US$30 millones en una primera fase, que incluirá la contratación de 3.000 trabajadores.

La segunda fase de la reactivación contempla la creación de 2.000 puestos adicionales a medida que se restablezcan las operaciones de exportación a plena capacidad. Moltó señaló que el regreso de Chiquita representa "un paso fundamental para recuperar una exportación emblemática y generar nuevas oportunidades para la provincia".

El ministro explicó además que la compañía adoptará un modelo de aparcería, previsto en la legislación panameña, que permite a los productores locales trabajar las tierras en concesión bajo supervisión de la empresa. Chiquita se compromete a comprar la fruta, regular la producción y brindar asistencia técnica, lo que, según el Gobierno, generará mayor dinamismo y empleo en la zona.

De la crisis al relanzamiento

La salida de Chiquita en abril pasado se produjo tras una huelga de dos meses convocada por el sindicato Sitraibana, en rechazo a la reforma de la seguridad social. La medida, declarada ilegal por un tribunal laboral, derivó en el despido de 6.500 empleados y pérdidas estimadas en US$75 millones para la compañía.

El retorno se enmarca en un acuerdo alcanzado en agosto durante la visita del presidente José Raúl Mulino a Brasil, donde se firmó un Memorando de Entendimiento con la empresa. El documento establece un marco de cooperación para reorganizar el sector bananero panameño, con foco en la modernización productiva y el fortalecimiento de la relación con los agricultores locales.

El banano tiene un peso histórico en la economía y la política de Panamá. Durante el siglo XX, compañías transnacionales como Chiquita -entonces conocida como United Fruit Company- fueron protagonistas de la llamada "república bananera", donde el fruto no solo se convirtió en principal producto de exportación, sino también en símbolo de la relación entre capital extranjero y recursos nacionales.

Hoy, aunque la estructura económica del país es más diversificada, el banano mantiene su importancia. En el primer trimestre de 2025 representó 17,5% de las exportaciones totales, con ventas por US$324,4 millones, el mayor valor en quince años. Con la reactivación, se espera que Panamá consolide aún más este rol en el comercio agrícola global.

Impacto regional y Mercosur

El acuerdo alcanzado en Brasil también abrió la puerta a un posible acercamiento comercial entre Panamá y Mercosur, lo que podría diversificar los destinos del banano panameño y generar sinergias con grandes productores agrícolas de la región como Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Para Panamá, integrar a sus exportaciones en un bloque de esa magnitud significaría mayor proyección internacional y la posibilidad de competir en igualdad de condiciones frente a gigantes agroexportadores.

Chiquita reactivará exportaciones de banano en Panamá con inversión millonaria y 3.000 empleos

En paralelo, el Gobierno busca potenciar el acceso a mercados de Asia y Europa, en momentos donde la demanda de frutas tropicales sigue creciendo. Panamá confía en que su combinación de condiciones climáticas favorables, infraestructura portuaria y estándares de calidad internacional le permita sostener la competitividad frente a competidores regionales como Ecuador y Colombia.

Con 5.000 hectáreas de producción previstas en Bocas del Toro bajo el nuevo esquema de operación, el regreso de Chiquita supone una apuesta de largo plazo. La empresa asegura que modernizará su sistema productivo para reducir riesgos laborales y ambientales, además de cumplir con estándares globales en sostenibilidad.

El Gobierno, por su parte, ve en esta reactivación una oportunidad no solo de recuperar empleos perdidos, sino también de reposicionar a Panamá como proveedor confiable de banano en un mercado internacional donde la seguridad alimentaria y la trazabilidad son cada vez más valoradas.

Con este paso, el sector bananero panameño inicia una nueva etapa marcada por la inversión extranjera, la creación de empleo y la proyección internacional, reforzando el papel del país en la geografía mundial de las frutas tropicales.

Agrolatam.com
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