El alza del ganado impulsa los precios agropecuarios en Colombia y eleva el Ipap en septiembre
El índice de la Bolsa Mercantil subió 8,8 % interanual, impulsado por el repunte del ganado bovino, la leche y la yuca, mientras la papa, el trigo y el arroz registraron caídas de precios.
El Índice de Precios Agropecuarios (Ipap) de la Bolsa Mercantil de Colombia (BMC) cerró septiembre en 246,9 puntos, con un incremento de 2,8 % frente a agosto y una variación anual positiva de 8,8 %, impulsada principalmente por el encarecimiento del ganado bovino. Con este resultado, el índice acumula un repunte del 9,5 % en lo corrido del año, reflejando un mercado agropecuario dinámico pero tensionado por factores logísticos y climáticos.
De acuerdo con la presidenta de la Bolsa Mercantil, María Inés Agudelo, el comportamiento de septiembre estuvo "claramente jalonado por el ganado bovino", producto que aportó 4,3 puntos porcentuales al crecimiento mensual del indicador, es decir, más de la mitad del incremento total.
La funcionaria explicó que, durante el mes, las dificultades de transporte por los derrumbes en la vía al Llano y las lluvias intensas que afectaron la oferta contribuyeron a una disminución temporal del suministro de animales en los mercados, mientras la demanda interna se mantuvo firme, en particular desde el sector cárnico y lácteo. Estos elementos se tradujeron en una presión alcista sobre los precios del ganado y, en consecuencia, sobre el conjunto de la canasta agropecuaria.
Ganado, leche y yuca sostienen el índice; arroz, trigo y papa a la baja
El vicepresidente financiero de la entidad, Juan Camilo Suárez, precisó que "el incremento en el precio del ganado bovino responde a varios factores combinados: mayores costos logísticos, lluvias que redujeron la oferta y un aumento de la demanda interna. Estos elementos reflejan cómo las condiciones del entorno pueden impactar directamente la formación de precios en el agro colombiano".
Además del ganado, otros productos con comportamiento positivo fueron la leche cruda de vaca, que aportó 2,5 puntos porcentuales, y la yuca, con 1,8 puntos, consolidando una tendencia de recuperación en los precios de alimentos básicos tras varios meses de estabilidad.
Por el contrario, varios cultivos ejercieron presión bajista sobre el índice. La papa cayó 1,0 punto porcentual, afectada por una sobreoferta histórica debido al aumento de siembras y cosechas abundantes durante el segundo trimestre del año. Los precios del trigo retrocedieron 3,1 puntos, mientras que el arroz disminuyó 2,7 puntos, reflejando una corrección natural tras los máximos de precios alcanzados en 2024.
El informe de la Bolsa Mercantil de Colombia también señala que la combinación de fenómenos climáticos y dificultades de transporte está influyendo en la estructura de costos y márgenes de los productores agropecuarios. En particular, los derrumbes y cierres parciales de la vía Bogotá-Villavicencio -uno de los corredores logísticos clave del país- generaron incrementos puntuales en los fletes y demoras en la distribución, afectando no solo el ganado sino también los flujos de granos y alimentos perecederos.
De acuerdo con los analistas, el repunte del Ipap también anticipa presiones sobre los precios al consumidor en los próximos meses, especialmente en los sectores cárnico y lácteo, que podrían registrar ajustes al alza hacia fin de año si las condiciones climáticas y de transporte no mejoran.
La Bolsa Mercantil de Colombia, a través del Ipap, monitorea la evolución de más de 25 productos agropecuarios que integran su canasta de referencia, entre los cuales destacan carne bovina, leche, cereales, tubérculos, frutas y cultivos industriales. El índice se ha convertido en un termómetro clave para el seguimiento de precios agrícolas y para la planificación de políticas públicas y decisiones de mercado.
En este contexto, la entidad subraya la necesidad de fortalecer la infraestructura logística y la planificación climática como herramientas para reducir la volatilidad de precios y garantizar la competitividad del agro colombiano. "La producción agropecuaria es cada vez más sensible a las interrupciones de transporte y a las variaciones del clima", concluyó Agudelo.
Con el cierre de septiembre, el panorama para el último trimestre del año estará marcado por la recuperación de la demanda de proteína animal, la posible estabilización de los granos y la expectativa de mejores precios para los productores de leche y yuca, en un mercado que busca equilibrarse tras varios meses de ajustes.