Colombia avanza con pasos firmes en la protección de su hato ganadero. La primera etapa del ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa cerró con más de 23 millones de bovinos y bufalinos inmunizados, según datos oficiales del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán).

El operativo de vacunación se desarrolló en todo el territorio nacional entre el 20 de mayo y el 4 de julio, y contó con la participación de más de 6.500 vacunadores certificados distribuidos en 540 organizaciones ejecutoras. Esta cobertura supera el 97% del hato bovino registrado en el país, lo que representa un logro sanitario de gran relevancia regional.

"Estamos cumpliendo con el deber de proteger el estatus sanitario del país y mantener la confianza de los mercados internacionales," aseguró el gerente del ICA, Juan Fernando Roa, quien también destacó el compromiso de los ganaderos en todo el territorio.

La fiebre aftosa es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a bovinos, bufalinos, porcinos y otros animales de pezuña hendida. Aunque no representa un riesgo directo para los humanos, su aparición genera graves consecuencias económicas, comerciales y sanitarias, incluyendo restricciones a las exportaciones de carne.

Colombia busca consolidarse como un país libre de fiebre aftosa con vacunación permanente, una condición indispensable para mantener y ampliar su presencia en mercados como Chile, Egipto, Rusia, China, Indonesia y países del Golfo, entre otros.

Además del impacto en el comercio exterior, la vacunación representa una herramienta clave para preservar la productividad ganadera, proteger el patrimonio genético y evitar brotes que impliquen cuarentenas, sacrificios sanitarios o pérdidas económicas irreversibles para pequeños y medianos productores.

Durante este primer ciclo, también se llevó a cabo la vacunación simultánea contra la brucelosis bovina y la rabia de origen silvestre, en aquellos municipios considerados de riesgo. Según el balance parcial, más de 1,5 millones de hembras bovinas entre los 3 y 8 meses de edad fueron inmunizadas contra brucelosis, y se aplicaron 2,4 millones de dosis antirrábicas.

Fedegán, en calidad de administrador del Fondo Nacional del Ganado, resaltó la eficiencia del sistema logístico, la articulación interinstitucional y el uso de herramientas tecnológicas para el registro y trazabilidad de los animales vacunados.

"La cobertura alcanzada demuestra que el modelo de vacunación pública-privada funciona y debe seguir fortaleciéndose. La sanidad animal es un activo estratégico del país," afirmó José Félix Lafaurie, presidente del gremio ganadero.

Sin embargo, el ICA recordó que aún quedan desafíos importantes. Algunas zonas del país enfrentan limitaciones logísticas, condiciones climáticas adversas o problemas de acceso a predios remotos, lo que dificulta alcanzar el 100% de cobertura. También se trabaja en fortalecer la vigilancia epidemiológica activa, los sistemas de notificación temprana y los laboratorios de diagnóstico.

El próximo ciclo de vacunación está programado para noviembre, y se espera alcanzar o superar las metas actuales. Las autoridades sanitarias recordaron que la vacunación es obligatoria y su incumplimiento puede derivar en sanciones para los tenedores de ganado.

La sanidad animal es una prioridad estratégica para el desarrollo rural colombiano. En un contexto de creciente demanda internacional de proteína animal y nuevos acuerdos comerciales en curso, preservar el estatus libre de aftosa es clave para asegurar el acceso a mercados premium, proteger el empleo rural y elevar el valor agregado de la cadena cárnica nacional.

Con estas cifras, Colombia reafirma su compromiso con las buenas prácticas ganaderas y la bioseguridad, elementos centrales en la consolidación de un campo competitivo, sostenible y orientado al comercio global.