Mercados

Latinoamérica Alimenta a Asia: El nuevo pulso del comercio Agrícola Global

América Latina intensifica sus exportaciones agrícolas hacia Asia, con China e India liderando la demanda. Una alianza estratégica que redefine el comercio global.

En un escenario global marcado por tensiones geopolíticas, cambios en los patrones de consumo y crecientes desafíos climáticos, América Latina se consolida como proveedor estratégico de alimentos para Asia, una región cuya demanda agroalimentaria crece de forma sostenida. Con China e India a la cabeza, el vínculo entre ambas regiones se profundiza a través de exportaciones crecientes de commodities agrícolas como soya, carne bovina, maíz, frutas frescas y aceites vegetales, pero también mediante el desarrollo de cadenas de valor más complejas y acuerdos de cooperación técnica y comercial.

Según datos recientes del USDA y la CEPAL, las exportaciones agroalimentarias de América Latina hacia Asia aumentaron un 6,8 % anual en la última década, consolidando a ese continente como el segundo destino más importante para el agro regional, por detrás de Estados Unidos. Esta tendencia responde no solo al crecimiento poblacional asiático, sino también a la urbanización acelerada, el cambio en las dietas y la búsqueda de alimentos con mayor valor nutricional y estándares de inocuidad.

Harina de soja

Harina de soja

Brasil, Argentina, México, Chile y Perú encabezan este proceso de inserción. En el caso de Brasil, el complejo soya-carnes ha encontrado en el mercado chino un destino prioritario, mientras que Perú y Chile fortalecen sus exportaciones de frutas frescas y productos pesqueros gracias a sus acuerdos comerciales bilaterales y su integración en la Alianza del Pacífico. México, por su parte, busca ampliar su presencia en Asia más allá del tradicional eje Estados Unidos-Canadá establecido por el T-MEC, apostando por el mercado japonés, surcoreano y eventualmente el indio.

La diversificación de mercados aparece como una estrategia clave para reducir la dependencia de mercados tradicionales como Europa y EE.UU., especialmente ante la proliferación de barreras no arancelarias como las normas fitosanitarias, requisitos de trazabilidad o certificaciones ambientales. Asia, en este contexto, ofrece un marco más flexible, aunque también desafiante en términos logísticos y competitivos.

Comercio Puerto Panama

Comercio Puerto Panama

El comercio agrícola entre ambas regiones se apoya en acuerdos comerciales existentes, como los tratados de libre comercio suscritos por Chile y Perú con China, Corea del Sur e India, que han permitido reducir aranceles y acelerar flujos. Sin embargo, persisten desafíos estructurales, especialmente en el ámbito de la infraestructura portuaria y vial, donde la congestión, los altos costos logísticos y la limitada conectividad interna siguen afectando la competitividad de varios países del Cono Sur.

Además, la región debe enfrentar la creciente demanda por prácticas sostenibles, trazabilidad y certificaciones ambientales, en línea con los compromisos internacionales sobre cambio climático y los requisitos de grandes cadenas de supermercados y consumidores asiáticos. Esto impulsa la adopción de tecnologías vinculadas a la agricultura digital, como sensores, monitoreo remoto, inteligencia artificial para predicción de plagas, y plataformas blockchain para trazabilidad.

Practicas sostenibles

Practicas sostenibles

No obstante, el acceso a financiamiento para la tecnificación, especialmente en pequeñas y medianas explotaciones, sigue siendo limitado. Los organismos multilaterales como la FAO, el BID y el IICA han identificado esta brecha como una prioridad, promoviendo líneas de crédito específicas para fortalecer la resiliencia de las cadenas de suministro y avanzar en la sustentabilidad de los agronegocios.

En paralelo, la variabilidad climática asociada a fenómenos como El Niño y La Niña impacta de forma desigual a las producciones agrícolas, provocando sequías extremas o inundaciones que afectan la estabilidad de los volúmenes exportables. Esta situación genera incertidumbre en los compradores asiáticos, quienes valoran no solo el precio, sino también la capacidad de abastecimiento estable y continuo.

El Niño, la Niña

El Niño, la Niña

Frente a este panorama, América Latina se encuentra ante una oportunidad estratégica única. Convertirse en socio confiable para Asia no solo permitirá consolidar su ventaja comparativa en productos agroalimentarios, sino también posicionarse como actor central en la seguridad alimentaria global. Para ello, será necesario avanzar en políticas públicas que integren comercio, infraestructura, innovación tecnológica y sostenibilidad ambiental, articulando esfuerzos entre los sectores público y privado, con una mirada regional y de largo plazo.

Latinoamérica tiene el potencial, los recursos naturales y el conocimiento técnico para abastecer al gigante asiático. El reto será transformar esa capacidad en relaciones comerciales estables, sustentables y estratégicamente ventajosas para el desarrollo del agro regional.

Agrolatam.com
Esta nota habla de: