Trump desata una ofensiva comercial contra Brasil y tensa el eje agroexportador regional
En una medida sin precedentes, Donald Trump califica a Brasil como una amenaza "inusual y extraordinaria", imponiendo nuevos aranceles e impulsando sanciones contra un alto magistrado
Una escalada diplomática y comercial sin precedentes se desató esta semana entre Estados Unidos y Brasil, con potenciales repercusiones profundas en los mercados agroalimentarios regionales. El presidente Donald Trump impuso un paquete arancelario adicional del 40% a productos brasileños, amparado en una orden ejecutiva que califica al gigante sudamericano como una "amenaza inusual y extraordinaria" para la economía y seguridad de EE.UU.
La medida no solo implica un rediseño de los flujos comerciales bilaterales -especialmente en sectores sensibles como el agroindustrial-, sino que también revive tensiones políticas en torno al caso judicial del ex presidente Jair Bolsonaro. La sanción coincide con medidas del Departamento del Tesoro contra el juez Alexandre de Moraes, a quien Washington acusa de violaciones a los derechos humanos en el marco de las investigaciones por intento de golpe.
¿Qué se juega América Latina en esta disputa?
La decisión podría tener un efecto dominó en las cadenas de valor agroalimentarias regionales. Aunque ciertos bienes como fertilizantes, aluminio y productos energéticos quedaron excluidos, sectores clave del agro brasileño como carnes, granos y jugos concentrados verán afectada su competitividad frente a socios como México, Argentina o Paraguay, reconfigurando la balanza comercial intrarregional y con EE.UU.
Brasil, segundo mayor proveedor agroalimentario del continente, representa más del 20% de las exportaciones agrícolas de América Latina hacia EE.UU.. La nueva tarifa -que se suma al 10% ya existente- podría modificar precios FOB/CIF y encarecer la logística de exportación, alterando la dinámica de abastecimiento en el hemisferio.
"No aceptaremos presiones externas ni argumentos políticos para disfrazar medidas proteccionistas", dijo el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien también respondió a las acusaciones sobre regulación digital y control de redes sociales: "Nuestro país no tolera discursos de odio ni contenidos contrarios a los derechos humanos".
La región observa con atención. Actores como el MERCOSUR, la Alianza del Pacífico y organismos multilaterales como la FAO, el IICA y el BID, ya evalúan el posible impacto en la seguridad alimentaria continental, la resiliencia del sector ante shocks geopolíticos y la necesidad de diversificación de mercados para amortiguar la incertidumbre.
Voces del sector alertan que la medida podría escalar hacia una "guerra comercial hemisférica", debilitando la confianza en los acuerdos comerciales y en la gobernanza económica multilateral. Mientras tanto, empresas del agronegocio temen un incremento de la volatilidad y de las barreras no arancelarias, justo cuando la región busca tecnificarse y avanzar hacia modelos más sostenibles y trazables.