Chile

Huevos clandestinos desde Bolivia: la amenaza que cruza la frontera y enciende alarmas en el agro chileno

Productores avícolas, autoridades sanitarias y gremios del agro advierten sobre una creciente ola de contrabando de huevos provenientes de Bolivia. ¿Qué hay detrás de este fenómeno y por qué podría transformarse en un riesgo sanitario y económico para Chile?

La frontera norte de Chile está siendo escenario de un fenómeno creciente y preocupante: el contrabando de huevos desde Bolivia, una práctica que amenaza directamente al sector agropecuario nacional, y en especial a la industria avícola.

En las últimas semanas, se ha detectado un aumento significativo del ingreso de cajas de huevos por pasos no habilitados, sin cumplir ninguna de las normativas sanitarias vigentes. Esta situación no solo infringe la ley, sino que expone a la producción chilena a riesgos sanitarios graves, como la introducción de enfermedades exóticas que podrían propagarse rápidamente entre aves de corral.

El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha reforzado los controles en las zonas fronterizas, pero los ingresos clandestinos siguen ocurriendo a través de pasos no oficiales. Se estima que en algunos sectores del altiplano, los huevos se transportan en vehículos particulares, mochilas o incluso por encargo a pie, aprovechando la extensa y difícil geografía andina.

Los productores chilenos están en alerta. Desde gremios como la Asociación de Avicultores de Chile, se denuncia que esta práctica ilegal afecta la estabilidad del mercado interno, ya que los huevos bolivianos llegan a ferias libres y mercados informales a precios muy bajos, imposibles de igualar por los productores nacionales que deben cumplir exigentes normas sanitarias y tributarias.

"Es una competencia absolutamente desleal, pero más grave aún es el riesgo para la sanidad avícola del país. No sabemos cómo fueron producidos esos huevos, ni si provienen de aves vacunadas o enfermas", señaló un dirigente avícola de la Región de Arica y Parinacota.

Bolivia, a diferencia de Chile, no posee un sistema de trazabilidad robusto ni un control sanitario tan estricto para su producción avícola, lo que aumenta el riesgo de ingreso de enfermedades como la Influenza Aviar o Newcastle, patologías que podrían causar cuantiosas pérdidas económicas y afectar incluso las exportaciones chilenas.

Por su parte, el SAG indicó que ya se han decomisado más de 20.000 unidades de huevos en lo que va del año, pero advierten que se trata solo de "la punta del iceberg". Las autoridades sanitarias trabajan en conjunto con Aduanas y Carabineros para desbaratar las redes de contrabando, aunque reconocen que el volumen del territorio y la situación socioeconómica fronteriza hacen difícil erradicar completamente esta práctica.

El problema también tiene una dimensión social. En muchas comunidades cercanas a la frontera, el contrabando se ha vuelto una forma de subsistencia ante la falta de empleo formal, lo que complica aún más la fiscalización. Aun así, desde el Estado se insiste en la necesidad de frenar esta actividad por los riesgos que implica para todo el país.

Mientras tanto, en el centro y sur de Chile, donde se concentra la producción formal de huevos, los precios se ven presionados por la presencia de estos productos ilegales, lo que genera tensiones en el mercado y preocupación en los productores locales.

El contrabando de productos agropecuarios no es nuevo, pero el foco en huevos representa un cambio de tendencia. Anteriormente, los ingresos ilegales se centraban en hojas de coca, frutas o productos industriales. Sin embargo, el aumento del precio de los huevos tras las crisis inflacionarias regionales ha generado un incentivo económico atractivo para este nuevo contrabando.

La situación plantea múltiples desafíos: fortalecer la fiscalización fronteriza, proteger la sanidad del plantel avícola chileno, y abordar la raíz social del contrabando. También se requiere mayor concientización por parte de los consumidores, quienes muchas veces desconocen el origen de los productos que adquieren en mercados informales.

"Lo que está en juego no es solo la rentabilidad de una industria, sino la seguridad alimentaria de todo un país", advirtió un funcionario del SAG. Por eso, desde el sector agropecuario llaman a una acción coordinada entre autoridades, productores y ciudadanía para cerrar el paso al huevo ilegal antes de que la situación se transforme en una crisis sanitaria de escala nacional.

Agrolatam.com
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