Costa Rica

Costa Rica enfrenta su mayor retroceso en arroz: cae la producción y se dispara la dependencia del exterior

En solo tres años, la producción nacional de arroz cayó más del 60%. Mientras tanto, las importaciones se duplicaron. La situación despierta preocupación entre productores y expertos que advierten sobre la pérdida de soberanía alimentaria.

Costa Rica atraviesa una de las crisis más profundas en la historia reciente del sector arrocero. En los últimos tres años, la producción nacional de arroz se redujo drásticamente, cayendo más de un 60%, al tiempo que las importaciones del grano se dispararon, duplicando el volumen registrado en 2020.

Según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la cosecha nacional pasó de 205.137 toneladas en 2020 a apenas 79.313 toneladas en 2023. Paralelamente, las importaciones crecieron de 78.789 toneladas a 159.018 toneladas en ese mismo período.

El fenómeno no solo genera preocupación por la caída del sector productivo, sino también por el creciente nivel de dependencia alimentaria del país, ya que actualmente casi el 70% del arroz que se consume en Costa Rica proviene del exterior.

Una cadena de causas estructurales

Los especialistas señalan que la crisis no tiene una única causa. Entre los factores que explican el retroceso se destacan:

  • Altos costos de producción local, que dificultan la competitividad frente al arroz importado.

  • Cambios en la política arrocera, que han liberalizado el mercado sin medidas de protección efectiva al productor nacional.

  • Falta de inversión en tecnología e infraestructura, especialmente en zonas rurales.

  • Condiciones climáticas adversas, que han afectado la productividad en regiones clave.

Para el ingeniero agrónomo Giovanni Chavarría, el problema no es solo económico, sino estratégico: "Estamos dejando de producir el arroz que consumimos. Esto nos pone en una situación muy vulnerable en términos de soberanía alimentaria", afirmó.

Una demanda estable, una producción en caída

A pesar del colapso de la producción, el consumo interno no ha disminuido. Los costarricenses siguen consumiendo más de 230 mil toneladas de arroz al año, lo que obliga a suplir la diferencia con producto importado, principalmente desde países como Estados Unidos y Brasil.

Este escenario genera una desconexión creciente entre la oferta local y la demanda nacional, comprometiendo la viabilidad de cientos de productores, muchos de ellos de pequeña y mediana escala.

El futuro del arroz en debate

El panorama ha encendido las alarmas dentro del sector agropecuario. Algunas organizaciones piden una reforma profunda a la política arrocera, incluyendo incentivos productivos, revisión de tratados comerciales y estrategias para recuperar la autosuficiencia.

Mientras tanto, el gobierno intenta equilibrar la balanza entre el abaratamiento del alimento para los consumidores y la protección del productor nacional. Sin embargo, la falta de acciones concretas ha sido blanco de críticas por parte de los gremios agrícolas.

Costa Rica, tradicionalmente orgullosa de su agricultura, enfrenta hoy un desafío estructural que pone en jaque la estabilidad de un alimento básico en su dieta. La pregunta que sobrevuela el debate es directa: ¿puede un país hablar de seguridad alimentaria cuando ya no produce ni la mitad del arroz que consume?

Agrolatam.com
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