Colombia

Empresas cafeteras de Santander pisan fuerte y dinamizan la economía local

El auge de la actividad cafetera en Santander impulsa un ecosistema de empresas ligadas al grano, fortaleciendo el empleo y generando oportunidades en la cadena productiva.

La caficultura sigue siendo motor económico en Santander, y no solo por la producción de grano en finca, sino también por el crecimiento de empresas vinculadas al sector. Un reciente informe destacó cómo emprendimientos relacionados con insumos, maquinaria, comercialización y transformación del café vienen consolidando su presencia en la región, generando empleo y oportunidades para cientos de familias.

El departamento, con una superficie cafetera que supera las 51.000 hectáreas y más de 25.000 familias productoras, está viendo florecer negocios asociados a la tecnología de postcosecha, al desarrollo de marcas propias y a la exportación de café diferenciado. Estas iniciativas no solo suman valor agregado al producto, sino que posicionan a Santander como referente de calidad y sostenibilidad.

Especialistas del sector destacan que el dinamismo empresarial cafetero se explica, en parte, por la búsqueda de mercados más exigentes y consumidores dispuestos a pagar un plus por atributos diferenciados. Esto ha llevado a crear microempresas y cooperativas que integran desde el tostado hasta la exportación, mejorando los ingresos de los caficultores.

La Federación Nacional de Cafeteros, junto a instituciones locales, promueve programas de apoyo al emprendimiento, capacitación en gestión empresarial y acceso a crédito, para fortalecer aún más este ecosistema productivo.

"El café de Santander ya no solo sale como materia prima, sino transformado y con sello propio, lo que genera mayor rentabilidad," explican expertos de la cadena.

Además, se ha consolidado un segmento turístico cafetero, con fincas que abren sus puertas al público para mostrar procesos productivos, degustar variedades y vivir experiencias de contacto directo con la cultura cafetera. Esto se traduce en ingresos adicionales y un mayor arraigo de los jóvenes al campo.

No obstante, el crecimiento del sector también presenta retos, como mejorar la infraestructura vial y la conectividad en zonas rurales, para facilitar la llegada de insumos y la salida del producto terminado.

"Santander tiene el potencial para ser un epicentro cafetero de clase mundial, pero requiere inversiones continuas en innovación, sostenibilidad y logística," señalaron desde la Cámara de Comercio local.

La mirada está puesta ahora en consolidar cadenas de valor más integradas y eficientes, que permitan competir con otras regiones cafeteras del país y del mundo.

Agrolatam.com
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