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Comercio Agrícola Global: Aranceles de EE.UU. sacuden las reglas y desatan respuestas en América Latina

La Organización Mundial del Comercio alerta sobre una disrupción histórica del sistema multilateral, con impactos directos en los flujos agroalimentarios globales. Brasil y México ya evalúan contramedidas tras los aranceles del 50% aplicados por EE.UU. a productos clave.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) encendió las alarmas al calificar como "sin precedentes en los últimos 80 años" la alteración del sistema comercial global, consecuencia directa de los aranceles impuestos por EE.UU., especialmente desde la administración de Donald Trump. Según su directora general, Ngozi Okonjo-Iweala, el comercio que opera bajo las condiciones multilaterales de la OMC cayó de manera abrupta al 72%, y podría seguir descendiendo.

Esta transformación afecta directamente a las cadenas de valor agroalimentarias, dado que gran parte del comercio agrícola global -incluidas exportaciones clave desde América Latina- se sustentaba en el principio de nación más favorecida, piedra angular del sistema OMC.

Brasil y México contraatacan: impacto en el agro

En este escenario, Brasil analiza represalias comerciales contra EE.UU. tras la imposición de aranceles del 50% a sus productos. Según fuentes diplomáticas, el gobierno de Lula da Silva activó un mecanismo de evaluación para aplicar leyes de reciprocidad comercial, lo que podría incluir barreras a importaciones estadounidenses del sector agropecuario.

En paralelo, México detuvo temporalmente exportaciones agrícolas a EE.UU., en una señal de presión ante la escalada proteccionista. Ambas reacciones marcan un punto de inflexión que podría afectar los flujos comerciales agrícolas bilaterales, encarecer insumos y alterar la balanza comercial agropecuaria de la región.

Comercio Agrícola Global: Aranceles de EE.UU. sacuden las reglas y desatan respuestas en América Latina

Riesgos para la estabilidad del comercio agroalimentario global

Los nuevos aranceles y contramedidas amenazan con fracturar la previsibilidad del comercio internacional, particularmente para productos sensibles como commodities agrícolas, frutas, carnes y oleaginosas. Esto pone en jaque acuerdos vigentes como el T-MEC, el MERCOSUR y genera tensiones en negociaciones multilaterales que buscan mejorar la trazabilidad, sustentabilidad y tecnificación del agro latinoamericano.

Además, se debilitan las herramientas tradicionales de defensa comercial, aumentando el riesgo de una mayor volatilidad de precios FOB/CIF, interrupciones en la logística de exportación y presiones sobre los márgenes de pequeños y medianos productores.

La magnitud del comercio mundial que se realiza en las condiciones de la OMC cayó al 72% y podría descender aún más.

La magnitud del comercio mundial que se realiza en las condiciones de la OMC cayó al 72% y podría descender aún más.

Un llamado a fortalecer la integración regional

La situación revela la urgente necesidad de mayor coordinación entre países de América Latina, tanto para defender sus intereses en foros multilaterales como para acelerar estrategias de diversificación de mercados, tecnificación productiva y acuerdos intrarregionales con mayor resiliencia y valor agregado.

La disrupción actual no solo es económica, sino también geopolítica. Y en este contexto, el sector agropecuario latinoamericano necesita adaptarse, innovar y posicionarse estratégicamente para sostener su papel como proveedor clave de alimentos a escala global.

Agrolatam.com
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