EE.UU. eleva al 15 % los aranceles a productos sensibles de Costa Rica y desata alarma en el sector exportador
La medida de la administración Trump golpea a frutas tropicales, café, dispositivos médicos y otros bienes clave para la economía costarricense. Productores y cámaras empresariales acusan concesiones "en vano" y piden acciones urgentes.
La decisión de Estados Unidos de elevar del 10 % al 15 % los aranceles sobre productos costarricenses clave cayó como un balde de agua fría para el sector productivo nacional. El anuncio, hecho por la administración Trump, impacta a piñas, bananos, plátanos, frutas tropicales, concentrados de jugo, café y dispositivos médicos, entre otros bienes que representan una parte sustancial de las exportaciones costarricenses.
La medida se produce en medio de un proceso de negociación comercial que el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) consideraba bien encaminado. Sin embargo, la nueva orden ejecutiva estadounidense sorprendió incluso a las autoridades, que solicitaron formalmente pausar la implementación del incremento mientras continúan las conversaciones bilaterales.
Malestar en el sector agrícola e industrial
Las cámaras empresariales reaccionaron de inmediato. Para la Cámara Nacional de Agricultura, el incremento arancelario golpea a productos altamente sensibles y profundiza la vulnerabilidad de un sector que ya acumula siete meses de resultados negativos, según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) del Banco Central.
"Costa Rica ha cedido reiteradamente ante las exigencias de los negociadores de EE.UU. para preservar condiciones favorables de acceso al mercado. Este último golpe demuestra que tales concesiones fueron en vano", afirmó Abel Chaves, presidente de la Cámara, quien cuestionó la efectividad actual de los tratados de libre comercio y sus protecciones legales.
Chaves pidió acciones concretas y explicaciones claras para defender al agro de medidas que lo ponen en una situación crítica, y planteó la necesidad de replantear la estrategia comercial en instancias como el TPP y la Alianza del Pacífico.
En el sector cafetalero, Gustavo Jiménez, director ejecutivo del Instituto del Café de Costa Rica (ICAFÉ), indicó que ya se analiza el impacto específico sobre el café y se evalúan medidas de respuesta.
Un conflicto con raíz en el superávit comercial
Según explicó el Comex, el argumento central de Washington es el superávit comercial que Costa Rica mantiene con EE.UU., tanto en bienes como en servicios. En 2024, las exportaciones costarricenses superaron a las importaciones estadounidenses en US$ 2.000 millones en bienes y US$ 3.100 millones en servicios.
El economista Luis Carlos Olivares señaló que, aunque esta condición es real, la medida estadounidense responde a un cálculo "arbitrario" y evidencia la asimetría en la relación comercial. Desde su perspectiva, Costa Rica debe combinar la negociación de buena fe con medidas unilaterales que reduzcan el impacto, como diversificar mercados hacia la Unión Europea, Asia y América Latina, donde existe demanda por productos de alta calidad.
Olivares también planteó la necesidad de fortalecer la competitividad interna mediante reducción de costos logísticos, simplificación de trámites, acceso a financiamiento preferencial y mejoras en el entorno regulatorio.
Un reto para la estrategia exportadora costarricense
El golpe arancelario llega en un momento en que Costa Rica buscaba consolidar su posicionamiento como proveedor confiable en nichos de alto valor, desde la agroindustria hasta la manufactura de precisión. Con el principal socio comercial imponiendo una barrera adicional, el desafío será sostener competitividad sin perder cuota de mercado.
El gobierno insiste en que seguirá defendiendo el acceso preferencial a EE.UU., pero para los productores, la urgencia es clara: diversificar destinos, proteger márgenes y acelerar mejoras estructurales antes de que el costo político y económico sea irreversible.