EE. UU. detecta un caso humano de gusano barrenador vinculado a viaje desde El Salvador
Es una infestación producida por larvas de moscas que se alimentan de tejido vivo de heridas abiertas de mamíferos, incluidos los humanos.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmó el primer caso humano del gusano barrenador del Nuevo Mundo (Cochliomyia hominivorax) en Estados Unidos. El paciente, residente de Maryland, había regresado recientemente de un viaje a El Salvador, país donde se han reportado brotes en los últimos meses.
El caso fue identificado el 4 de agosto de 2025 mediante un sistema de telediagnóstico coordinado entre el CDC y el Departamento de Salud de Maryland. Aunque inicialmente no se hizo público, las autoridades sanitarias confirmaron que el afectado recibió tratamiento inmediato, se retiraron las larvas de la herida y actualmente permanece bajo control clínico.
El gusano barrenador es la larva de una mosca que deposita huevos en heridas abiertas de animales de sangre caliente, alimentándose del tejido vivo. Su avance puede ser letal si no se trata a tiempo. Si bien la infestación en humanos es poco común, su impacto en la salud y en la producción ganadera es significativo.
Un parásito que avanza hacia el norte
El gusano barrenador fue erradicado de Estados Unidos en 1966 gracias a un ambicioso programa de liberación masiva de moscas estériles, que se convirtió en un modelo internacional de control biológico. Sin embargo, en los últimos años la plaga ha resurgido en Centroamérica y el sur de México, encendiendo las alarmas sobre un eventual reingreso al territorio estadounidense.
El Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) advirtió el 20 de agosto que la plaga avanza desde países como Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Belice y El Salvador, ya con registros confirmados en México.
El riesgo no es menor: un informe del USDA en 2024 calculó que un brote en Texas, principal estado productor de ganado bovino, podría afectar a 7,2 millones de reses, con pérdidas directas de más de 730 millones de dólares y un impacto económico total superior a 1.800 millones.
Para reducir el peligro, Washington mantiene desde noviembre de 2024 restricciones a la importación de ganado mexicano para engorde y sacrificio, una medida que involucra más de un millón de reses al año y que ya genera tensiones en el comercio bilateral.
Riesgo bajo para humanos, alto para la ganadería
Pese a la confirmación del primer caso humano, el CDC aclaró que el riesgo para la salud pública en Estados Unidos es muy bajo, dado que se trata de un contagio asociado a un viaje y no a transmisión local. No obstante, las autoridades subrayaron la importancia de mantener una vigilancia epidemiológica estricta y reforzar los protocolos de bioseguridad en animales.
La mayor preocupación se centra en el sector pecuario. El ganado bovino es particularmente vulnerable al gusano barrenador, lo que obliga a extremar las medidas de control en fronteras, campañas de prevención en hatos ganaderos y programas de cooperación regional.
En este sentido, la expansión de la plaga en Centroamérica y su llegada a México constituyen un desafío de escala continental. La coordinación entre Estados Unidos, México y países de la región será decisiva para evitar que el gusano barrenador vuelva a establecerse en el norte, con consecuencias potencialmente devastadoras para la producción de carne y leche.