Egipto extiende su campaña de ajo con altos precios y fuerte demanda internacional
Con envíos desde cámaras de frío, el país mantiene la calidad del producto y presiona a exportadores latinoamericanos
La campaña egipcia de ajo continúa con fuerza gracias a los envíos provenientes de cámaras de frío, lo que permite mantener la calidad del producto incluso a fines de agosto. Los embarques, que comenzaron en la segunda semana de febrero y se extenderán hasta mediados de octubre, muestran una dinámica favorable en precios y demanda internacional.
Según referentes del sector, desde el 15 de agosto se retomaron las cargas desde almacenamiento refrigerado, lo que ha permitido sostener la oferta de ajo de buena calidad en el mercado. Sin embargo, se anticipa que hacia el final de la temporada será más difícil conseguir lotes con las mismas características, lo que podría impactar en la disponibilidad y en los precios.
Demanda firme y repercusiones para Latinoamérica
La campaña de 2025 ha estado marcada por una alta demanda en mercados clave como Estados Unidos, Taiwán y Brasil. En cuanto a la cotización, el ajo de categoría I alcanza los valores más altos de la temporada, mientras que el de categoría II se mantiene en niveles intermedios. Ambas categorías registran precios superiores a los de mayo y junio -los meses de mayor volumen de exportación- aunque más bajos que en 2024, debido al incremento de la oferta.
La creciente presencia de Egipto en los mercados internacionales tiene impacto directo en Latinoamérica, donde países como Argentina y Perú compiten con su propia producción de ajo en destinos estratégicos. En Brasil, principal socio regional, la entrada de ajo egipcio a precios competitivos puede generar presión sobre los productores locales y sobre las exportaciones argentinas, que históricamente han tenido un rol protagónico en ese mercado.
En Perú, que ha apostado a diversificar su oferta de hortalizas en los últimos años, el avance de Egipto también representa un desafío: la ventaja logística del Mediterráneo hacia Europa y Asia coloca al ajo egipcio en una posición privilegiada frente a la producción sudamericana, obligando a los exportadores regionales a diferenciarse por calidad y certificaciones sanitarias.
Un año con condiciones favorables
Las condiciones climáticas han sido determinantes en los buenos resultados de la temporada en Egipto. A diferencia de otros años, la producción se benefició de la ausencia de nieblas y lluvias intensas, lo que favoreció la obtención de bulbos de gran tamaño y alta calidad.
En torno a la mitad de la cosecha estuvo compuesta por calibres grandes, muy demandados en el comercio minorista, mientras que la otra mitad correspondió a calibres más pequeños, destinados principalmente a la industria de procesamiento.
Con esta combinación de alta productividad, buena calidad y fuerte demanda internacional, Egipto consolida su posición como uno de los principales exportadores de ajo del mundo. Para los países latinoamericanos, la expansión egipcia plantea un escenario competitivo que obliga a repensar estrategias de comercialización y diferenciación en mercados globales.