El Salvador

El Salvador enfrenta alza en fletes marítimos con China hacia finales de 2025

La ASAC anticipa un incremento del 10 % en las tarifas de transporte desde China, principal proveedor de más del 20 % de las importaciones salvadoreñas. El ajuste responde a la mayor demanda de productos chinos en Latinoamérica y Europa.

El Salvador podría enfrentar un incremento en los costos de transporte marítimo desde China hacia finales de 2025, según advirtió la Asociación Salvadoreña de Agencias de Carga y Transitarios (ASAC). La alerta se produce en un contexto donde el gigante asiático se ha consolidado como uno de los principales proveedores de bienes para el país centroamericano, aportando más del 20 % de las importaciones totales y desplazando progresivamente a Estados Unidos en algunos rubros clave.

Durante el evento Expo Logística 2025, realizado junto a la Asociación de Agentes Aduaneros de El Salvador (ASODAA), la Asociación BASC y la Asociación Salvadoreña de Operadores Logísticos y Almacenadoras (ASOLA), el presidente de la ASAC, Mario Morán, explicó que las tarifas de fletes desde China han mostrado una recuperación tras fuertes caídas observadas en 2023 y 2024. Actualmente registran alzas de entre 5 % y 10 %, y podrían alcanzar hasta un 10 % adicional hacia finales del año. "La expectativa es que el aumento esté vinculado a la mayor demanda de productos chinos hacia la zona sur de América, aunque las cifras pueden variar de un día para otro", puntualizó el dirigente gremial.

El fenómeno no es aislado. Desde la pandemia, el comercio marítimo mundial ha experimentado fuertes oscilaciones debido a la saturación de puertos, la falta de contenedores, los cambios en las rutas y, más recientemente, la reconfiguración del comercio internacional. Morán detalló que muchas empresas chinas están redirigiendo sus exportaciones hacia Europa y América Latina para colocar los productos que dejaron de ingresar a Estados Unidos tras los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump. Este reacomodo, que responde tanto a razones geopolíticas como a la búsqueda de nuevos mercados, ha incrementado el uso de rutas alternativas y ha encarecido los costos logísticos.

La situación cobra relevancia porque China es ya el segundo mayor proveedor de bienes para El Salvador. Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), entre enero y julio de 2025 el país importó USD 2.133,7 millones desde China, equivalentes al 20,5 % del total de importaciones, que sumaron USD 10.401,8 millones en ese período. Estados Unidos sigue siendo el primer socio comercial, con USD 2.726,9 millones, un 26,2 % del total, pero la brecha entre ambos países se ha reducido considerablemente en la última década.

Los bienes provenientes de China incluyen una amplia gama de productos: maquinaria y equipos industriales, textiles, electrónicos, plásticos, insumos médicos y agroquímicos. En particular, la industria textil y de confección -uno de los principales motores de exportación salvadoreña- depende de la importación de telas, hilos y accesorios chinos, lo que convierte al aumento de fletes en un factor directo sobre sus costos de producción. También el sector agrícola se ve impactado, ya que muchos insumos como fertilizantes, pesticidas y maquinaria provienen del gigante asiático.

De acuerdo con la ASAC, las tarifas de fletes internacionales se han mantenido relativamente estables durante 2025 en comparación con los picos de 2021 y 2022, cuando los precios de los contenedores llegaron a multiplicarse por cuatro debido a los cuellos de botella en las cadenas de suministro globales. Actualmente, un contenedor con destino a Miami cuesta en promedio USD 3.400, mientras que los envíos a Nueva York rondan los USD 5.000 y a California alcanzan los USD 6.000. Para El Salvador, estas cifras han representado un respiro, aunque la volatilidad del mercado internacional sigue siendo una amenaza latente.

El gremio logístico, que moviliza cerca del 85 % de la carga del país, advierte que el repunte en las tarifas hacia finales de año podría encarecer productos de uso masivo y bienes intermedios. Morán recalcó que "el más impactado ha sido China", dado que es el origen de una parte creciente de las importaciones salvadoreñas. En contraste, las rutas desde Europa y Estados Unidos hacia Centroamérica han mostrado caídas de hasta un 20 % en sus tarifas, lo que evidencia un mercado global fragmentado y con variaciones según el origen y el destino.

El aumento de los costos de transporte no solo tiene implicaciones para los importadores, sino también para los consumidores finales. Una subida de los fletes suele trasladarse al precio de los bienes importados, desde electrodomésticos y vehículos hasta insumos agrícolas e industriales. Esto podría generar presión inflacionaria, en un contexto donde El Salvador ya enfrenta desafíos por el encarecimiento de la energía y la volatilidad de los precios internacionales de alimentos.

Analistas del sector aseguran que el reto para El Salvador será diversificar proveedores y fortalecer la logística regional. Algunos empresarios han comenzado a mirar hacia México y Centroamérica como alternativas de abastecimiento, aunque reconocen que competir en precios y capacidad con China es muy difícil. Otros plantean que el país debe aprovechar los tratados de libre comercio existentes para equilibrar la balanza y reducir su dependencia de un solo mercado.

El panorama para finales de 2025 se presenta, entonces, con un doble desafío: por un lado, la necesidad de adaptarse al incremento esperado en los costos de transporte desde China, y por otro, la urgencia de redefinir estrategias comerciales que permitan mantener la competitividad. La ASAC, junto con otras gremiales, ha reiterado su disposición a trabajar con el sector público en la búsqueda de soluciones conjuntas, como la modernización de puertos, la digitalización de trámites aduaneros y la promoción de la seguridad logística.

El Salvador se encuentra en un punto crítico: consolidar sus relaciones con un socio tan relevante como China, pero al mismo tiempo gestionar los riesgos derivados de la volatilidad de los fletes marítimos y de la creciente competencia internacional por el acceso a rutas más eficientes. La evolución de este escenario en los próximos meses será determinante para el comercio exterior salvadoreño y para el bolsillo de los consumidores locales.

Agrolatam.com
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