Gusano barrenador bajo control: El Salvador contiene los casos de miasis tras alerta regional
Tras un brote en aumento en la región, El Salvador reporta un control exitoso de los casos de miasis, una enfermedad causada por el gusano barrenador. Las acciones sanitarias permitieron cortar la cadena de contagio en humanos y animales.
El Salvador ha logrado controlar los casos de miasis, enfermedad provocada por la larva del gusano barrenador, que encendió las alertas en varios países de Centroamérica en los últimos meses. La respuesta sanitaria, según informó el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), ha sido efectiva para contener el avance del brote en humanos y ganado.
Durante las semanas previas, las autoridades habían reportado la aparición de larvas en varias regiones del país, lo que activó un plan de acción conjunto con organismos internacionales y redes de vigilancia epidemiológica. Las zonas rurales fueron las más afectadas, especialmente donde hay contacto frecuente entre humanos y animales de producción.
Contención rápida y vigilancia activa
El protocolo activado por el MAG incluyó inspecciones, diagnóstico oportuno y tratamientos focalizados, tanto en personas como en animales. También se distribuyó material informativo y se capacitaron brigadas para actuar de inmediato ante nuevos casos sospechosos.
La clave del éxito estuvo en la detección temprana y la respuesta coordinada con instancias regionales como el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), que alertó sobre la propagación del gusano barrenador en países vecinos como Honduras, Nicaragua y México.
Riesgos y desafíos futuros
Aunque los casos en El Salvador están bajo control, las autoridades insisten en mantener la vigilancia y no bajar la guardia, ya que el ciclo del gusano puede reactivarse fácilmente en zonas con alta presencia de ganado y condiciones ambientales favorables.
Además, se están evaluando estrategias de largo plazo, como el uso de moscas estériles para controlar la población de gusano barrenador y evitar nuevos brotes. La cooperación internacional será fundamental para sostener la erradicación, especialmente en regiones transfronterizas.
El país continúa apostando por una respuesta preventiva basada en la bioseguridad, la sensibilización comunitaria y el trabajo articulado entre sectores.