El mango conquista el comercio global: exportaciones crecieron 6,7% en 2024 y seguirán al alza hasta 2033
Las exportaciones mundiales de mango alcanzaron 2,6 millones de toneladas en 2024, y la OCDE-FAO proyecta una producción global de 86 millones de toneladas hacia 2033.
El mango se reafirma como la estrella tropical del comercio frutícola mundial. A pesar de las dificultades climáticas y los problemas logísticos que enfrentó la cadena en los últimos años, la fruta mostró un nuevo avance. Según el Informe de Perspectivas Agrícolas OCDE-FAO 2025-2034, las exportaciones mundiales alcanzaron 2,6 millones de toneladas en 2024, lo que representa un crecimiento interanual de 6,7%. Este desempeño ratifica al mango como el gran motor de los envíos internacionales de frutas tropicales, ya que concentra alrededor del 85% del volumen comercializado dentro de esta categoría.
Los analistas del informe destacan la irrupción de nuevos proveedores, entre ellos Egipto, que poco a poco se abre espacio en los mercados globales. Su incorporación diversifica la oferta y suma dinamismo a un sector históricamente liderado por India, México, Brasil, Perú y Tailandia. La competencia se intensifica, pero también abre nuevas oportunidades para satisfacer una demanda que no deja de crecer, impulsada tanto por el consumo en países desarrollados como por la expansión de los mercados emergentes.
Proyecciones para la próxima década
Las estimaciones a futuro son claras: la producción mundial de mangos, mangostanes y guayabas aumentará de 60 millones de toneladas en 2024 a 86 millones en 2033, con una tasa de crecimiento anual promedio de 3,6%. En este escenario, India seguirá siendo el líder indiscutible, con una cosecha prevista de 38 millones de toneladas hacia 2033, lo que equivale al 45% del total global. El crecimiento del ingreso per cápita en ese país, sumado a nuevas tendencias de consumo, hará que el consumo interno se incremente de 18,6 a 24,7 kilos por persona, reforzando su posición como el mercado doméstico más grande del mundo.
América Latina también jugará un papel determinante. Brasil y Perú consolidarán su rol como proveedores de Europa, con cuotas de mercado proyectadas en 14% y 8%, respectivamente. Por su parte, México se mantendrá como un gigante exportador, con volúmenes de hasta 3,1 millones de toneladas, destinando cerca del 22% de su producción al comercio exterior. En Asia, Tailandia se ubicará entre los principales competidores, con alrededor de 1,7 millones de toneladas exportadas.
El mercado chino se proyecta como uno de los destinos más atractivos. Su demanda crecerá a una tasa anual del 2,4%, hasta superar las 800.000 toneladas en 2033. En conjunto, las exportaciones mundiales de mango se expandirán hasta 3,2 millones de toneladas en 2033, lo que supone un salto importante respecto a los 2,3 millones registrados en 2024.
Aunque las perspectivas son alentadoras, el sector enfrenta desafíos estructurales. El cambio climático amenaza con modificar los patrones de producción, sobre todo en países como México y Perú, donde la disponibilidad de agua se ha vuelto cada vez más incierta. A ello se suma el aumento de los costos logísticos y la fuerte dependencia de mercados concentrados, que eleva la vulnerabilidad de los exportadores frente a cambios regulatorios o fluctuaciones en la demanda internacional.
Sin embargo, las oportunidades superan a los riesgos. La creciente valorización del mango como fruta rica en vitaminas, antioxidantes y fibra impulsa su consumo en distintos continentes, reforzando su reputación como un alimento saludable y versátil. El desarrollo de nuevas variedades resistentes al clima, las mejoras en el manejo poscosecha para extender la vida útil del fruto y la diversificación de mercados de destino aparecen como las estrategias clave para consolidar al mango como el producto tropical por excelencia en la próxima década.
El reto para los países productores será no solo aumentar la oferta, sino hacerlo bajo modelos más sostenibles que garanticen la estabilidad de los sistemas agrícolas y reduzcan la presión sobre los recursos naturales. En este sentido, las inversiones en tecnología, riego eficiente y capacitación de productores serán fundamentales.
El mango, que en 2024 ya mostró su fortaleza con 2,6 millones de toneladas exportadas, encara el futuro con perspectivas inmejorables: más mercados, más volumen y más protagonismo en la mesa global de frutas frescas.