Industria láctea al borde del cambio: FAO impulsa innovación y transferencia tecnológica
La FAO advierte que la expansión de la producción láctea en América Latina ya no garantiza más volumen sin elevar productividad. La solución pasa por innovación, transferencia tecnológica y asociatividad para conquistar mercados y aumentar rentabilidad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha lanzado una alerta para los países de América Latina sobre el futuro de su industria láctea: crecer en cantidad no es suficiente si no aumenta también la productividad. En su último análisis, Erika Zárate, representante de la FAO en Ecuador, subraya que la producción mundial de lácteos se duplicó en tres décadas, pero la eficiencia por unidad sigue rezagada, lo que revela un modelo poco sostenible.
Según la FAO, el principal desafío no es la cantidad de litros producidos, sino cómo hacerlo de forma más eficiente y rentable. Allí es donde entran en juego dos piezas fundamentales: innovación y transferencia tecnológica. Zárate menciona que hoy se debe trabajar en alianzas público-privadas, formación técnica, investigación aplicada y adopción de nuevas herramientas que hagan más competitivo al pequeño y mediano productor.
Este enfoque busca no solo aumentar los volúmenes, sino conseguir más producción por vaca, mejorar la calidad del producto y reducir la brecha con mercados como Europa y EE.UU. Con la mirada puesta en cadenas regionales, Zárate destacó que Brasil es el único país de la región que participa activamente en las exportaciones, mientras que otros países enfrentan barreras sanitarias y de productividad.
Adicionalmente, se destaca que 150 millones de hogares en todo el mundo dependen de la producción láctea para su sustento, lo que convierte al sector en un actor clave para la seguridad alimentaria y el empleo rural.
La FAO propone una agenda dirigida a pequeños y medianos productores, para que accedan a formatos asociativos, a acceso a financiamiento, capacitación continua, prácticas sostenibles y acceso a nuevos mercados. En esta línea, se busca que los lácteos no solo se produzcan, sino que se procesen con valor agregado, generando más ingresos por litro.
Innovaciones como nuevos cultivos iniciadores para quesos y yogures con beneficios probióticos, tecnologías de fermentación, digitalización de tambos, biotecnología para adaptar razas y alimentación, así como mejoras en procesamiento y packaging, representan el futuro del sector lácteo.
Este conjunto de transformaciones requiere coordinación: institutos de investigación, gobiernos, cooperativas y empresas deben trabajar juntos. Solo así se podrá cerrar la brecha entre producción y productividad, mejorar los ingresos rurales y asegurar un sistema lácteo competitivo y sostenible.
La FAO plantea un desafío ambicioso: América Latina debe dejar de apostar por más litros y pasar a producirlos mejor. Solo con innovación, transferencia y cooperación se podrá construir un sistema que no dependa solo del número de vacas, sino del valor generado, la capacidad de competir y el bienestar de las comunidades rurales.