Federación Rural advierte: "No hay contradicción entre las campañas contra la garrapata y la bichera"
La gremial ganadera rechaza que se enfrenten las dos principales estrategias sanitarias del país y reclama financiamiento sostenido para ambas.
La Federación Rural (FR) salió al cruce de los debates surgidos en torno al financiamiento de las campañas de control de la garrapata bovina y de la mosca de la bichera, y calificó como "incorrecto" plantear una oposición entre ambas políticas sanitarias. Según la organización, las dos son "prioritarias y complementarias" para la salud animal y la competitividad del sector agropecuario uruguayo.
El comunicado, difundido tras el análisis del presupuesto sanitario nacional, advierte que la supuesta disyuntiva entre fortalecer la erradicación de la bichera o reforzar el control de la garrapata "es una falsa contradicción que no debe instalarse en la agenda pública". Para la gremial, el país puede y debe sostener ambos programas sin que uno avance a costa del otro.
Sanidad animal como política de Estado
Desde la Federación Rural se recordó que la campaña contra la mosca de la bichera -una parasitosis que afecta a bovinos, ovinos, caprinos e incluso fauna silvestre- es una demanda histórica del sector productivo. La organización considera que esta iniciativa debe consolidarse como una política de Estado, con un esquema de financiamiento garantizado, continuidad técnica y participación activa de los productores.
En el mismo sentido, el gremio remarcó la importancia de mantener el control sistemático de la garrapata, otra plaga endémica que genera pérdidas millonarias cada año. Según estimaciones del sector, los daños asociados a esta parasitosis pueden alcanzar más de 40 millones de dólares anuales, entre menor ganancia de peso, reducción en la producción de leche y gastos en tratamientos.
La Federación subrayó que ambas campañas son indispensables para la salud del rodeo nacional, la exportación de carne y la imagen sanitaria del país, un activo estratégico que Uruguay ha construido durante décadas. "No se puede priorizar una enfermedad desatendiendo otra. Las dos forman parte del mismo objetivo: garantizar un estatus sanitario sólido y sostenible", señaló el comunicado.
Asimismo, la entidad destacó que el Fondo de Enfermedades Prevalentes debe mantenerse activo y con recursos suficientes, permitiendo financiar acciones de control y prevención sin que las campañas compitan entre sí. El objetivo -enfatiza la FR- debe ser "la articulación, no la fragmentación" de las políticas sanitarias.
El planteo de la Federación Rural también incluye un reclamo de previsibilidad presupuestal y una mayor participación del sector privado en la gobernanza sanitaria. La gremial entiende que la sostenibilidad de las campañas requiere no solo recursos, sino también planificación, coordinación interinstitucional y diálogo técnico entre los actores públicos y los productores.
"El éxito de la campaña contra la bichera dependerá de una gestión compartida entre el Estado, los productores y la academia. Debe haber control, transparencia y corresponsabilidad en la toma de decisiones", expresaron voceros de la entidad.
En relación con la garrapata, se insistió en que el control debe mantenerse con enfoque integral, combinando estrategias químicas, manejo ambiental y selección genética, tal como recomiendan los especialistas en parasitología. "Las experiencias internacionales demuestran que el abordaje simultáneo de varias enfermedades es más eficaz que los planes aislados o reactivos", agregó el documento.
La Federación Rural recordó que las pérdidas ocasionadas por la bichera también son significativas: se estima que provocan más de 200 millones de dólares al año en daños directos e indirectos, entre tratamientos veterinarios, mortandad y pérdidas de valor en cueros y carnes. Por eso, reclaman que ambas campañas dispongan de financiamiento suficiente y estable, con un presupuesto mínimo de 6 millones de dólares anuales destinado exclusivamente a la erradicación de la mosca de la bichera.
"El país no puede volver a cometer el error de priorizar una urgencia sanitaria sobre otra. Uruguay tiene la capacidad técnica y los recursos humanos para sostener un modelo de control integrado que asegure su estatus sanitario y su reputación internacional como productor confiable", remarcaron desde la gremial.
Finalmente, la Federación Rural reiteró su compromiso con la sanidad animal como base del desarrollo ganadero y de la competitividad exportadora. "El desafío no es elegir qué enfermedad combatir, sino garantizar que todas sean atendidas con rigor técnico, respaldo financiero y continuidad en el tiempo", concluye el comunicado.