Ganaderos del norte alzan la voz: temen brote de plaga por importación de ganado centroamericano
Una de las plagas más temidas amenaza el estatus sanitario del norte mexicano. La llegada de bovinos desde Nicaragua desata una fuerte protesta ganadera. ¿Se pondrá en riesgo la exportación?
La reciente importación de más de 5.000 cabezas de ganado bovino desde Nicaragua por parte de la empresa SuKarne encendió las alarmas entre productores del norte de México, quienes rechazan de forma contundente el ingreso de ganado centroamericano ante el riesgo del Gusano Barrenador del Ganado (GBG).
El cargamento, que ingresó por el puerto de Mazatlán con destino a Durango, generó un fuerte descontento en estados clave para la ganadería de exportación como Sonora, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas, donde el temor a que un solo brote del parásito ponga en riesgo el estatus sanitario ante el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) movilizó al sector a exigir al Gobierno Federal una respuesta urgente.
Riesgo sanitario y desplome de precios
Los ganaderos denuncian que la entrada de bovinos extranjeros no solo compromete la bioseguridad nacional, sino que también devalúa el precio del ganado local hasta en un 40%, en un contexto donde la frontera con Estados Unidos permanece cerrada al ganado en pie mexicano, obligando al sector a volcarse al mercado interno.
Miguel Fernández Godínez, productor de la región, expresó que esta situación está afectando directamente la economía ganadera y agrava la saturación de bovinos en varias entidades.
Por su parte, SuKarne respondió mediante un comunicado en la red X, asegurando el cumplimiento estricto de todas las normas sanitarias nacionales e internacionales. Afirmaron operar bajo los lineamientos del SENASICA y la Secretaría de Agricultura, y defendieron su posición bajo el principio del libre comercio y la competencia justa. Sin embargo, no precisaron el origen ni la frecuencia de sus compras internacionales.
Ganaderos piden frenar el flujo ilegal por la frontera sur
Además de la importación legal, los productores del norte advierten sobre el ingreso irregular de hasta 800.000 cabezas de ganado por la frontera sur, una situación que consideran fuente potencial de contagio del GBG, plaga que tuvo su primer reporte reciente en noviembre del año pasado.
Ante la falta de acciones del Gobierno Federal, las asociaciones ganaderas solicitan el cierre preventivo de la frontera sur y la suspensión de las importaciones desde países con brotes activos del parásito, como Nicaragua, Honduras y Guatemala.
La presión del sector ganadero norteño se intensifica mientras el país enfrenta el dilema entre garantizar el abasto alimentario y proteger el estatus sanitario que permite exportar carne bovina a los mercados más exigentes del mundo.