Paraguay

Ganaderos paraguayos advierten: sin buen precio, no hay forma de sostener el hato

Productores e industriales aseguran que el único camino para mantener o aumentar el hato bovino nacional es garantizar precios competitivos. Señalan que el estancamiento de la rentabilidad pone en riesgo la sustentabilidad del negocio ganadero.

La ganadería paraguaya enfrenta un momento clave. Con un mercado global cada vez más exigente y márgenes internos comprimidos, productores y representantes del sector sostienen que la única manera de mantener -o incluso aumentar- el hato bovino nacional es a través de un precio justo por el ganado.

Durante una reciente reunión entre referentes del gremio ganadero, industriales frigoríficos y operadores del mercado cárnico, se coincidió en que el estancamiento de los valores pagados por el novillo genera desaliento productivo, frena inversiones y compromete la sostenibilidad del negocio.

"El productor necesita previsibilidad y un precio que incentive la retención de vientres y la reposición constante del hato. Sin eso, no hay expansión posible", expresó uno de los dirigentes rurales presentes en el encuentro.

Los datos confirman la preocupación: el stock bovino paraguayo se ha mantenido estable en los últimos años, sin crecimientos significativos, a pesar del potencial natural y la demanda internacional por la carne paraguaya. Si bien el país sigue siendo uno de los principales exportadores de carne vacuna de Sudamérica, la presión sobre los costos productivos y la falta de incentivo para el engorde están afectando la base estructural del sistema.

El precio del ganado en pie, la relación con el valor del dólar y los costos crecientes de insumos -como suplementos, medicamentos y logística- son los principales factores que golpean la rentabilidad. Según operadores, mientras los mercados compradores imponen exigencias sanitarias, ambientales y de trazabilidad, la retribución económica al productor no ha acompañado ese nivel de compromiso.

Desde la industria frigorífica reconocen el problema, aunque señalan que también están sometidos a la volatilidad del comercio exterior. "Los valores internacionales no siempre permiten trasladar mejoras al precio local. Aun así, sabemos que si el productor no gana, la cadena completa se debilita", indicaron desde el sector exportador.

El hato bovino es el corazón de la ganadería. Su crecimiento depende de decisiones estratégicas como la retención de hembras, la mejora genética, la sanidad y el acceso al financiamiento. Pero ninguna de esas variables prospera si el productor no tiene garantías mínimas de rentabilidad.

Además, referentes del sector advirtieron que el menor entusiasmo para invertir en la actividad también repercute en la calidad de la carne, los volúmenes exportables y la inserción internacional de Paraguay como proveedor confiable.

En este sentido, se insistió en la necesidad de establecer mecanismos de diálogo transparente y sostenido entre productores, frigoríficos y autoridades, para construir una política ganadera que reconozca los aportes de cada eslabón y asegure condiciones competitivas para todos.

También se puso sobre la mesa el impacto del clima. La reciente inestabilidad en las lluvias y los cambios en los patrones estacionales han obligado a muchos productores a ajustar su carga animal, priorizando la venta rápida por sobre la planificación a largo plazo. Esto, sumado a los precios bajos, acelera la descapitalización del sistema.

"El productor que no ve rentabilidad hoy, no invierte para mañana. Y sin inversión, no hay hato que aguante", resumió un técnico del área de planificación rural.


Agrolatam.com
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