Chile

Chile busca volumen y diferenciación en la industria del almendro

El almendro chileno crece con potencial, pero enfrenta desafíos de integración, volumen y marketing para competir en un mercado global cada vez más exigente.

La industria del almendro en Chile avanza como una alternativa interesante dentro de la fruticultura, con un potencial que todavía está lejos de su techo. Hoy, la superficie plantada y la capacidad de procesamiento no alcanzan a consolidar un sector que podría ganar presencia en mercados internacionales de alto valor, siempre y cuando logre integrar mejor a sus productores y aumentar el volumen de producción.

El asesor de Afrusec, Jorge Ovalle, acaba de regresar de una gira técnica por España, referente mundial en superficie plantada y modernización del cultivo. La comparación, inevitable, muestra diferencias importantes. En el país europeo predomina la integración vertical del negocio, el uso de inteligencia artificial en plantas procesadoras, la robotización de procesos y una fuerte asociatividad de productores que permite asegurar trazabilidad y poder de negociación frente a los grandes compradores. "En España los pequeños productores se agrupan para llegar con fuerza al mercado, mientras que en Chile predomina la atomización", señaló Ovalle.

Esa diferencia se traduce en ventajas competitivas claras. En España, las cooperativas consolidadas logran estabilidad productiva y comercialización fluida, con plantas procesadoras capaces de unificar la trazabilidad en un 100%. En contraste, Chile depende aún de iniciativas puntuales del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y del Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP), y necesita expandir superficie para aprovechar su potencial.

Mercados y manejos: entre el aprendizaje y la diferenciación

En la actualidad, el 80% de las almendras chilenas se destina a Sudamérica, un mercado relativamente acotado, mientras que en España esa proporción va al mercado europeo, mucho más amplio y diversificado. Según Ovalle, existe un nicho "premium" en Europa y otro "ultra premium" en Emiratos Árabes, donde Chile podría competir con una almendra fresca y de gran tamaño, un atributo que diferencia a su producción.

La experiencia española también ofrece aprendizajes en lo agronómico. Mientras en la península ibérica se apuesta por un manejo más mecanizado y polinización con abejas, en Chile se avanza en altas densidades de plantación, lo que ha permitido adaptarse a suelos y climas distintos. "Uno siempre aprende del otro, y en maquinaria o manejo postcosecha todavía hay mucho que incorporar en Chile", indicó. Los subproductos son un ejemplo de esa brecha: en España y California la harina y la pasta de almendra han alcanzado mercados masivos, mientras en Chile recién se comienza a desarrollar con sabores diferenciados.

Ovalle fue directo al identificar el principal obstáculo: el volumen insuficiente. A pesar de contar con genética europea y condiciones climáticas cada vez más aptas -con experiencias exitosas incluso en la Región de La Araucanía-, la superficie cultivada aún es baja. "Necesitamos demostrarle a los agricultores que el almendro es una alternativa rentable y que el país tiene condiciones para expandirse", enfatizó.

El desafío pendiente: marketing y posicionamiento

Además del volumen, otro punto crítico es el marketing. Según Ovalle, ni el Estado ni el sector privado han trabajado lo suficiente en la promoción de la inocuidad alimentaria de las almendras chilenas, ni en destacar la diferenciación varietal frente a la oferta californiana. España y California han invertido en publicidad y campañas de posicionamiento, mientras que Chile todavía carece de una estrategia clara. "La industria española ya se puso los pantalones largos, con maquinaria de punta y comunicación efectiva, y hasta los californianos lo reconocen. Chile debe seguir ese camino", concluyó.

La oportunidad está a la vista: consolidar al almendro como un cultivo estratégico en zonas áridas y templadas, ampliar superficie, incorporar tecnología en poscosecha y apostar por el valor agregado. Con integración, volumen y marketing, Chile podría transformarse en un actor de peso en un mercado global donde la almendra se consolida como uno de los frutos secos más demandados.

Agrolatam.com
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