Japón se acerca a abrir su mercado a la carne bovina brasileña
Una misión japonesa viajará este mes a Brasil para realizar la auditoría final a los frigoríficos.
Japón está a un paso de abrir su mercado a la carne bovina brasileña, un objetivo que el país sudamericano persigue desde hace más de dos décadas. Una delegación del gobierno japonés visitará Brasil en noviembre para realizar una auditoría final en los frigoríficos locales, requisito previo a la firma del protocolo sanitario que habilitaría las exportaciones.
El ministro de Agricultura de Brasil, Carlos Fávaro, confirmó la visita y se mostró optimista: "Ellos vienen ahora para realizar la auditoría, y con eso creo que el protocolo estará listo. Deberíamos tener un anuncio antes de que termine el año", aseguró.
El interés japonés cobró impulso tras la visita del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a Tokio en marzo, que reactivó las conversaciones bilaterales y dio nuevo impulso a un proceso diplomático y técnico que llevaba más de 20 años en curso.
El mercado japonés, el tercero más grande del mundo en importación de carne vacuna, consume más de 700.000 toneladas al año, abastecidas principalmente por Estados Unidos y Australia, que concentran el 80 % de las ventas. Para Brasil, ingresar a ese destino representa una oportunidad estratégica de diversificación en un contexto de tensiones comerciales globales y recientes medidas arancelarias de Estados Unidos.
La primera habilitación se concentrará en los estados del sur de Brasil -Santa Catarina, Paraná y Rio Grande do Sul-, que fueron los primeros en lograr el estatus de zona libre de fiebre aftosa sin vacunación, una exigencia sanitaria indispensable para acceder al mercado japonés.
Si bien hoy todo el territorio brasileño cuenta con ese reconocimiento, la estrategia es avanzar de forma gradual. Japón mantiene uno de los sistemas de control sanitario más estrictos del mundo, con un proceso de 12 etapas que evalúa cada región por separado. Por ello, Brasil planea obtener primero la certificación de los tres estados del sur y luego extender el pedido al resto del país.
La aprobación definitiva marcaría un hito histórico para el agronegocio brasileño, consolidando a Brasil no solo como el mayor exportador de carne bovina del planeta, sino también como un proveedor capaz de cumplir con los más altos estándares sanitarios internacionales.

