Junín apuesta por la genética ganadera con su primera planta de nitrógeno líquido
Con tecnología de última generación y una inversión cercana al millón de soles, Junín inaugura una planta estratégica para la inseminación artificial en vacunos. Más de 20.000 productores altoandinos serán beneficiados en 109 distritos ganaderos.
Tecnología al servicio de la ganadería altoandina
Como parte de la Revolución Agraria que impulsa el Gobierno Regional de Junín, la región dio un paso clave en la modernización de su ganadería con la inauguración de la primera planta procesadora de nitrógeno líquido en su territorio. Esta instalación permitirá elevar los estándares productivos de más de 20.000 pequeños ganaderos, muchos de ellos ubicados en zonas altoandinas.
Con una inversión de S/998.935,35, la planta fue instalada en la Agencia Agraria Concepción y tendrá la capacidad de producir hasta 60 kilogramos de nitrógeno líquido por día, equivalentes a 21.600 kg anuales. Este insumo es fundamental para la conservación del material genético utilizado en la inseminación artificial, una técnica clave para el mejoramiento genético del ganado vacuno.
Una herramienta estratégica para 109 distritos ganaderos
El proyecto beneficiará a productores de 109 distritos ganaderos de Junín, quienes accederán a servicios de inseminación artificial más eficientes y sostenibles, potenciando la competitividad y productividad del hato regional.
«La planta coloca al Gobierno Regional de Junín a la vanguardia tecnológica y demuestra nuestro compromiso con el desarrollo sostenible del agro. Fortalecemos el sector ganadero para hacerlo más competitivo y generar desarrollo social y económico», expresó Jaime Aquino Aquino, director regional de Agricultura.
Capacitación para la transferencia tecnológica
Para asegurar una correcta implementación y escalabilidad del proyecto, se capacitó a los equipos técnicos de las agencias agrarias de Concepción, Chupaca, Junín, Jauja, Yauli, Tarma y de la Oficina Agraria Sapallanga. Ellos serán los encargados de aplicar y transferir la tecnología a campo, trabajando directamente con los ganaderos de sus jurisdicciones.
Esta iniciativa no solo moderniza la infraestructura del agro regional, sino que también consolida un modelo de desarrollo ganadero con impacto social y económico, al mejorar la calidad genética del ganado, reducir los costos reproductivos y ampliar el acceso de los pequeños productores a tecnologías reproductivas avanzadas.