Chile encara una temporada dual en su industria del kiwi: menores volúmenes, pero mejores retornos. Luego de una cosecha reducida entre un 6% y 9%, debido a heladas y brotes de PSA, los mercados globales se han mostrado receptivos y activos, impulsando precios y generando buenas perspectivas.

El presidente del Comité del Kiwi, Carlos Cruzat, destacó que Estados Unidos retomó despachos con fuerza luego de un arranque incierto, mientras que India se consolidó como un mercado clave desde el inicio de la temporada. Además, Latinoamérica muestra un desempeño fluido con precios sostenidos y envíos constantes.

Brasil emerge como protagonista regional: en ocho años el mercado creció de 6.000 a 18.000 toneladas de kiwi importadas, beneficiándose también de fruta proveniente de Europa. La diversificación de orígenes ha permitido que la categoría gane terreno y penetre con éxito en el consumo masivo.

Aunque la producción cayó alrededor de un 12% por los mismos problemas climáticos y sanitarios, los calibres mejorados y la uniformidad de la fruta compensan en valor. El Comité destacó que, si bien el volumen disminuyó, la calidad fue superior a la de años anteriores.

El panorama internacional es favorable. En Europa, los precios por caja alcanzan entre 26 y 27 euros, impulsados por una menor oferta de Grecia e Italia y una demanda sólida. China e India son destinos en crecimiento, mientras EE.UU. mantiene un nivel alto de consumo e importación.

Para enfrentar los desafíos, el sector ha ajustado su estrategia: se redujeron las zonas de producción temprana para mejorar la uniformidad y calidad, se reforzó el plan de monitoreo fitosanitario para evitar brotes de PSA, y se intensificaron campañas de marketing en mercados clave como India, EE.UU., México y Brasil, donde los canales de e-commerce juegan un rol creciente.

La industria chilena de kiwi reafirma su apuesta por calidad y consistencia. Más allá de recuperar volumen, se apuesta por posicionar el kiwi verde como fruta premium en un mercado global más exigente, donde la trazabilidad, el sabor y el aspecto visual son claves de competitividad.

La temporada 2025 del kiwi chileno combina desafíos y fortalezas: cosechas más bajas, pero con fruta de mejor calibre y mercados activos que revalorizan el producto. La estrategia pasa por mantener la calidad, fortalecer marcas y ampliar la diversidad de destinos para sostener un crecimiento sostenible.