El sector pecuario mexicano entra en números rojos: déficit comercial récord en 2025
Mientras las exportaciones caen y las importaciones siguen en alza, el balance comercial del sector pecuario de México atraviesa su mayor deterioro histórico. ¿Qué lo provocó y qué riesgos enfrenta la balanza alimentaria nacional?
México enfrenta un escenario crítico en su comercio pecuario. Según datos difundidos por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), el país cerró el primer semestre de 2025 con un déficit comercial sin precedentes en el sector pecuario, alcanzando los US$ 2.005 millones. La cifra marca un quiebre respecto a años anteriores y genera preocupación en toda la cadena agroalimentaria.
El informe señala que entre enero y junio, las importaciones de productos pecuarios aumentaron en valor un 13% interanual, mientras que las exportaciones cayeron un 4.6%, ampliando la brecha comercial. Esta tendencia revierte el superávit que el país logró en varios años recientes, especialmente en carne bovina y porcina.
Entre los factores más relevantes del desbalance se encuentran:
- Aumento sostenido de las importaciones de carne de cerdo y ave, principalmente desde Estados Unidos y Brasil, impulsadas por precios competitivos y demanda interna.
- Caída en las exportaciones de carne bovina, debido a menores envíos a Estados Unidos y una menor demanda en Asia.
- Reducción de los precios internacionales, lo que impacta negativamente en el valor de los embarques mexicanos, aun cuando el volumen no haya caído drásticamente.
La situación es particularmente sensible para la ganadería nacional, que enfrenta presiones por costos elevados de producción, sequías recurrentes, restricciones sanitarias en algunos estados y márgenes cada vez más ajustados.
En el desglose del informe del GCMA, se destaca que:
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Las importaciones de carne de cerdo crecieron más del 16% en valor respecto al mismo periodo de 2024.
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Las compras externas de carne de pollo se dispararon 21%, especialmente desde Brasil.
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En contraste, las exportaciones de carne de res cayeron más del 8% en valor, afectadas por la baja de precios y menor colocación en EE.UU., Japón y China.
Además del componente comercial, el dato enciende alertas sobre la soberanía alimentaria, ya que México depende cada vez más del abastecimiento externo para cubrir su consumo interno de proteína animal. Esta tendencia preocupa tanto a productores como a analistas del sector.
"Estamos ante un momento delicado. La ganadería nacional está perdiendo competitividad frente a las importaciones, que llegan con precios difíciles de igualar y sin los mismos requisitos regulatorios que se exigen a los productores locales", advirtió un dirigente ganadero del norte del país.
La situación también repercute en los mercados regionales y cadenas de valor: desde pequeños engordadores hasta frigoríficos, muchos actores ya sienten el impacto en precios, demanda y planificación. Algunos productores incluso reportan dificultades para colocar sus animales a precios rentables o encontrar canales estables de comercialización.
El panorama para el segundo semestre no es alentador. GCMA advierte que, si no hay un cambio en la tendencia actual, México podría cerrar 2025 con un déficit comercial pecuario superior a los US$ 4.000 millones, lo cual sería un récord histórico y un golpe estructural para el sector.
El déficit comercial del sector pecuario mexicano no es solo una cifra: es una señal de alarma sobre el modelo productivo y comercial vigente. Requiere respuestas urgentes, inversiones en competitividad, revisión de acuerdos comerciales y apoyo técnico a los productores. De lo contrario, el país podría depender cada vez más del exterior para cubrir su demanda de alimentos básicos.