México incrementa 32,7% sus importaciones de carne en seis años para abastecer la demanda interna
El consumo de proteína animal en el país creció casi 19%, impulsando un mayor ingreso de carne desde Estados Unidos, Brasil y Canadá.
El consumo de proteína animal en México no deja de crecer, y los números más recientes confirman la tendencia. En los últimos seis años, las importaciones de carne aumentaron 32,7%, mientras que el consumo interno avanzó 18,9%, según cifras difundidas por el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
La directora general de la organización, Macarena Hernández, junto con el gerente de Estudios Económicos y Mercado, Ernesto Salazar, presentó estos datos durante la sesión plenaria del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (Conafab). Allí detallaron cómo el mercado cárnico nacional evoluciona en paralelo al crecimiento económico y a una mejora de las condiciones sociales de la población.
El incremento en la ingesta de cárnicos fue más fuerte en carne de cerdo, con un avance de 6,7%, seguida por la carne de res con un 5,7%. Estas cifras reflejan la preferencia de los consumidores mexicanos y la necesidad de diversificar las fuentes de abastecimiento para cubrir la demanda.
Estados Unidos continúa siendo el socio principal y aporta 79% de las importaciones de carne, seguido por Brasil (8%) y Canadá (8%). El suministro externo complementa el consumo interno de pollo, res, cerdo y pavo, reforzando la canasta de proteína animal disponible en el país.
De acuerdo con Salazar, México mantiene un nivel de autosuficiencia promedio de 76% en cortes de las tres principales especies pecuarias. En el caso de la res, el país es autosuficiente con un 101% de cobertura, mientras que en pollo alcanza un 80%. El punto más débil está en la carne de cerdo, con una autosuficiencia del 56%, lo que explica el fuerte peso de las importaciones para este segmento.
En perspectiva global, México ocupa el sexto lugar como consumidor de proteína animal, con un 3,6% del total mundial. No obstante, es también el tercer importador internacional de carne, solo detrás de China y Japón, con una participación del 9% del mercado global. Además, es el sexto productor mundial, con el 2,8% del volumen acumulado.
Factores detrás de la demanda
El Comecarne identificó una serie de factores que explican el mayor consumo interno de carne en México durante los últimos años:
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Aumento del salario mínimo, lo que mejora la capacidad de compra de los hogares.
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Ingreso adicional por programas sociales que fortalecen la demanda en sectores vulnerables.
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Flujo récord de remesas internacionales, que llega sobre todo a las zonas rurales.
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Menor tasa de desempleo, lo que se traduce en más estabilidad económica.
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Contención de la inflación, que permite sostener el poder adquisitivo.
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Expansión del sector turístico, con más visitantes internacionales y mayor demanda en hoteles y restaurantes.
Estos elementos han generado un escenario donde el consumo de proteína animal se mantiene en crecimiento, obligando a ajustar la balanza con mayores compras externas.
Si bien los datos reflejan un sector dinámico, también exponen retos de fondo. La dependencia en carne de cerdo importada representa un punto de vulnerabilidad, especialmente en un contexto global marcado por tensiones comerciales y fluctuaciones de precios.
El desafío será mantener la autosuficiencia en res y pollo, mientras se desarrollan políticas y estrategias productivas que reduzcan la brecha en cerdo. En paralelo, la demanda seguirá empujada por la mejora de los ingresos, el turismo y las tendencias de consumo, que apuntan a una dieta con mayor presencia de proteínas animales.
México se encuentra así en un doble rol: como productor relevante a nivel mundial, pero también como importador estratégico, lo que lo coloca en el centro de la dinámica global de la carne.