México

Productores de carne en México advierten riesgos por nuevas restricciones sanitarias contra el gusano barrenador

Las medidas buscan frenar la expansión de la plaga, pero ganaderos aseguran que amenazan la viabilidad económica del sector y la cadena de suministro hacia el norte del país.

El sector cárnico de México manifestó su preocupación frente a las nuevas medidas sanitarias impuestas por el gobierno para frenar el avance del gusano barrenador del ganado (GBG), plaga que reapareció en el país tras más de tres décadas de haber sido declarada erradicada.

Las disposiciones oficiales limitan el movimiento de animales desde el sur hacia la región norte, una medida que, según productores, amenaza la viabilidad económica de una actividad que en 2024 generó más de 190 mil millones de dólares y sostiene miles de empleos en las cadenas de engorda, sacrificio y exportación.

De acuerdo con un documento del Ministerio de Agricultura fechado el 19 de septiembre, se estableció la aplicación obligatoria del antiparasitario ivermectina 72 horas antes del traslado de ganado, bajo la supervisión de técnicos de la Organización Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).

Aunque las autoridades sostienen que el objetivo es proteger la sanidad pecuaria y evitar que la infestación avance hacia el norte del país, productores y gremios locales insisten en que la medida es insuficiente y que incluso podría generar mayores cuellos de botella en la cadena de suministro.

Un problema sanitario con impacto económico

El gusano barrenador es considerado una de las plagas más peligrosas para la ganadería, ya que las larvas se desarrollan en heridas abiertas de los animales, provocando lesiones severas e incluso la muerte. Su erradicación en México y Estados Unidos en los años noventa se logró gracias a un programa binacional de liberación de moscas estériles, estrategia que, según especialistas, sigue siendo el método más efectivo de control.

Productores sostienen que volver a ese esquema de cooperación es esencial para frenar la expansión de la plaga y evitar mayores pérdidas. Advierten que depender únicamente de tratamientos medicamentosos y restricciones de movilidad puede debilitar la competitividad de la ganadería mexicana, especialmente en momentos en que Estados Unidos ha endurecido los controles en frontera y ha limitado la entrada de reses vivas procedentes de México.

Riesgo para la cadena de suministro

La ganadería mexicana enfrenta un doble desafío: contener el brote del gusano barrenador y mantener el flujo de animales y carne hacia los principales centros de consumo y exportación. Los productores del norte advierten que si las restricciones se prolongan, podrían verse comprometidos los niveles de oferta y, en consecuencia, el precio de la carne para el consumidor final.

Además, el freno al movimiento de ganado podría tener repercusiones en la exportación de bovinos en pie a Estados Unidos, mercado que anualmente absorbe cerca de un millón de cabezas mexicanas. Este flujo comercial ha sido clave para equilibrar el mercado interno y generar divisas, por lo que cualquier limitación impacta directamente en el ingreso de los productores.

Gremios ganaderos han solicitado que se retome de inmediato la cooperación sanitaria con Estados Unidos y Centroamérica, no solo en la aplicación de medidas de bioseguridad, sino también en la reactivación de plantas productoras de moscas estériles, como las que operaban en Chiapas en décadas anteriores.

Especialistas recuerdan que la erradicación lograda en el pasado se sustentó en esfuerzos coordinados y de largo plazo, y que la falta de continuidad en esos programas abrió la puerta al regreso de la plaga desde zonas de Centroamérica y el Caribe.

La situación actual plantea un dilema: por un lado, la necesidad de proteger la sanidad animal; por otro, la urgencia de mantener la competitividad de un sector estratégico para la economía mexicana.

En medio de estas tensiones, los productores esperan que el gobierno implemente un plan integral que combine la vigilancia epidemiológica, la cooperación internacional y el apoyo directo al sector pecuario, para que las medidas contra el gusano barrenador no terminen comprometiendo el futuro de la ganadería nacional.

Agrolatam.com
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