Uruguay afianza su presencia en Europa con la exportación de naranjas de alta calidad
Las naranjas producidas en Salto ya se distribuyen en los principales mercados europeos, consolidando la estrategia del país de ampliar su oferta citrícola y aprovechar la ventana comercial del hemisferio sur.
Uruguay dio un nuevo paso en su estrategia de posicionamiento internacional al iniciar la exportación de naranjas hacia los principales mercados europeos. La fruta, cultivada y empacada en la región de Salto, se destaca por sus condiciones de calidad, lo que le permite competir en un segmento exigente y consolidar al país como proveedor confiable en la categoría de cítricos.
La temporada citrícola uruguaya se extiende hasta finales de septiembre, lo que ofrece a Europa la posibilidad de cubrir el bache estacional entre las cosechas de ambos hemisferios. Este esquema de complementariedad asegura a los distribuidores y cadenas de supermercados un abastecimiento continuo de naranjas frescas, una ventaja competitiva clave en un mercado de alta rotación.
Calidad como diferencial
Las naranjas uruguayas presentan niveles de dulzor superiores a 11,5° Brix y un contenido de jugo cercano al 40 %, características que garantizan un perfil dulce, jugoso y aromático. Estas condiciones permiten satisfacer tanto la demanda de fruta fresca de mesa como la de procesamiento para jugos.
El portafolio incluye variedades como Navel, Salustiana y Valencia, que abarcan diferentes segmentos de consumo y usos industriales. A su vez, el rango de calibres -del 48 al 100- brinda flexibilidad a los distintos formatos de venta minorista.
La creciente inestabilidad climática y los cambios en los patrones productivos han impulsado a Europa a diversificar los orígenes de aprovisionamiento de cítricos. En este contexto, Uruguay se posiciona como un actor estratégico, con condiciones agroecológicas favorables y una estructura exportadora consolidada.
Especialistas destacan que la incorporación de Uruguay al calendario europeo de cítricos no solo amplía las opciones de origen, sino que también fortalece la seguridad alimentaria y la estabilidad de precios en los mercados de destino.
Con esta campaña, Uruguay refuerza su perfil como exportador de frutas frescas de calidad. La citricultura, que ya es uno de los pilares de la oferta frutícola nacional junto con los arándanos y las manzanas, encuentra en Europa un socio estratégico para seguir creciendo.
El desafío a futuro será mantener la competitividad mediante la innovación productiva, la adaptación al cambio climático y la búsqueda de nuevos nichos de mercado que valoren la calidad diferencial de la fruta uruguaya.